En una entrevista (el pasado martes antes de la rebaja de la nota por Mood'ys) con un reducido grupo de periodistas de varios países en Londres, el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Micheál Martin, defendió la pertenencia de Irlanda al euro y negó que este pueda dividirse en dos zonas en función de la fortaleza de sus integrantes. Admitió que 2010 "ha sido un año dramático con la llegada de los equipos de la UE y del FMI" pero "de alguna manera representa estabilización en el aspecto fiscal e incluso en la economía tras la severa contracción de 2009". Con su partido, el Fianna Fáil, llamado a perder las cercanas elecciones generales anticipadas, Martin aseguró que, si ese es el caso, colaborarán con el nuevo Gobierno en la aplicación del paquete de ajuste de la economía de la República.
Pregunta. ¿Cree que emitir bonos europeos es una buena idea?
Respuesta. Tengo que ser prudente en lo que diga. Mi opinión es que cuanto antes nos pongamos de acuerdo los europeos sobre los instrumentos que queremos poner en marcha para afrontar crisis como esta, mejor. Hasta cierto punto hemos sido lentos al intervenir a nivel europeo a medida que se sucedían los diversos estadios de esta crisis. Es más fácil decirlo que hacerlo porque somos 27 estados y no es fácil poner de acuerdo a tanta gente con diferentes perspectivas. La lección es que cuanto más rápido actuemos de forma colectiva, más efectivos serán los resultados.
P. ¿Dividir el euro en dos zonas es absolutamente irresponsable o puede ser razonable?
R. Claridad y seguridad son aspectos clave y especular con toda una serie de escenarios posibles no es de ninguna ayuda. No creo que eso vaya a pasar. En las dos últimas semanas hemos visto movimientos interesantes en el BCE, que está haciendo todo lo posible para proteger el euro. Más que propuestas, eso son ideas que están flotando y que no pasan de ese nivel, de especulaciones sin ninguna sustancia.
P. ¿Se ha planteado Irlanda abandonar el euro?
R. No. Es algo que ni se ha discutido. En absoluto. ¿Cómo se puede salir del euro? Somos una economía pequeña y exportadora, el mercado único es de enorme importancia para Irlanda. Además, el BCE ha tenido una enorme importancia para nosotros durante esta crisis bancaria. No he leído todavía ni un solo análisis convincente que me dé la certidumbre y claridad de qué ocurriría si abandonáramos el euro. Me da la sensación de que hay gente que quiere que Irlanda se convierta en un laboratorio de pruebas para ver qué pasaría. Y nosotros colectivamente como Gobierno no queremos ser un laboratorio en términos de renunciar unilateralmente a nuestra deuda.
P. Mucha gente dice que sin más integración fiscal y más coordinación de las políticas económicas, el euro no puede sobrevivir. Pero, ¿quién tiene ahora apetito para ir hacia una mayor integración europea?
R. Ese es un aspecto muy importante. El problema es, y nosotros lo hemos visto en el referéndum sobre la ratificación del Tratado de Lisboa, que en la última década los líderes europeos no han convencido a la gente de la importancia que tiene Europa. En el primer referéndum se puso de relieve la falta de comunicación entre Europa y sus ciudadanos. Una falta de conocimiento entre los ciudadanos de la UE sobre sus instituciones. En el segundo referéndum hubo mejor comunicación.
P. ¿Está contento con todo la que la canciller Merkel ha hecho y dicho en los últimos días?
R. En Irlanda y en todas partes tenemos que entender que en Alemania, como en todos los países, hay significativas cuestiones de política interna. Las presiones internas no jugaban a favor de las intervenciones, en particular cuando se discutía la intervención en Grecia. Y a pesar de que la opinión pública no estaba a favor de ese escenario, los políticos y la canciller Merkel siguieron adelante.
P. ¿Tiene algún sentimiento de culpa por lo que le está pasando a los irlandeses?
R. He dicho públicamente que hemos cometido errores y que lo lamento. El mayor error que hemos cometido en términos de finanzas públicas es gastar demasiado y reducir los ingresos fiscales demasiado. Eso quiere decir que hemos gastado demasiado en el Estado de bienestar, en Educación, en Sanidad y hemos incrementado sensiblemente los servicios públicos. Y hemos reducido los pagos fiscales al recortar el IRPF y otros impuestos de manera significativa, hasta el punto de que el 45% de los contribuyentes no pagan impuestos. El problema, sin embargo, no es tanto de un partido sino de que el sistema político está compitiendo en base a tasar menos y gastar más. Y aunque es algo que se ha olvidado, en las últimas elecciones nuestro programa era el más conservador de todos los partidos.
P. ¿Le preocupa que el Sinn Féin se convierta en una fuerza decisiva tras las elecciones?
R. Para serle sincero, el Sinn Féin no está entre mis preocupaciones inmediatas en la batalla electoral que se avecina. La parte deshonrosa del Sinn Féin en esta crisis es que está llamando a la gente a las barricadas. El aspecto intimidatorio en la agenda del Sinn Féin hace muy difícil que haya un auténtico debate. Lo importante para el país es contar con un Gobierno capaz de llevar a cabo el recorte de 15.000 millones y administrar la dura medicina económica que necesitamos. Y el Sinn Féin aún tiene que presentar una plataforma económica creíble. No basta con oponerse a todo sin presentar alternativas creíbles.
P. ¿Qué le parece el escoramiento de los laboristas a la izquierda?
R. Se han movido hasta el punto de no ser creíbles. Están intentando ganar todos los votos que puedan, sean cuales sean las consecuencias, y dicen lo que sea para ganar esos votos.
P. ¿Colaborarán con un Gobierno del Fine Gael si no ganan elecciones?
R. Apoyaremos la aplicación de la esencia del plan sea cual sea el próximo Gobierno. Si estamos en la oposición sería un error hacer otra cosa. Tenemos que hacerlo.
P. ¿Qué pasa si el próximo Gobierno depende de partidos pequeños que quieren renegociar el paquete de rescate?
R. Se pueden renegociar aspectos ligados a la condicionalidad del paquete pero no el paquete en sí mismo. La gente puede hacer promesas antes de las elecciones, pero una vez en el Gobierno no hay margen de maniobra.
P. ¿Fue un error decir un día antes de que se acordara el rescate que no iba a haber ningún rescate?
R. Eso es algo que no se llevó bien; sin embargo, el Gobierno ha de proteger su posición negociadora.
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