Esa época del año ha llegado una vez más. En todo el norte comienza la purga de los lealistas que construyen hogueras, dicen, para celebrar su cultura.
Una cultura que incluye construir estas enormes hogueras adyacentes y poner en riesgo hogares y negocios.
Una cultura que incluye construir estas enormes hogueras adyacentes y poner en riesgo hogares y negocios.
Esa cultura verá la quema de banderas y emblemas irlandeses y también banderas de otros países.
La celebración de la cultura quema efigies del Papa, de niños, sacerdotes y políticos nacionalistas, por nombrar solo algunos.
Una cultura que quema imágenes de aquellos que murieron por la Libertad de Irlanda.
Una cultura que amenaza, ataca la vida de aquellos en nuestras comunidades que no piensan, actúan y comparten las mismas creencias.
Afirman que todos los residentes, independientemente de sus creencias, religión, raza, etc., son bienvenidos. Todo esto facilitado y financiado por el Ayuntamiento de Belfast.
En una urbanización donde se está haciendo una gran hoguera, se han erigido tableros, uno con una amenaza contra "Los Provos". Esta es una clara amenaza siniestra de daño a los republicanos.
Dicen que todos son bienvenidos ... esto no es más que un festival de odio. Un duro recordatorio del odio y la intolerancia arrojados por estos eventos de "cultura".
Las comunidades tienen derecho a celebrar la cultura, pero no a la desaparición de otras comunidades.
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