Durante demasiado tiempo, las asambleas del Estado Libre y Stormont se han colocado en un pedestal y se han glamurizado en todo el mundo como brillantes ejemplos de dos falsos acuerdos de paz. El primer acuerdo de este tipo se conoce más comúnmente como el "Tratado angloirlandés", que fue firmado por traidores al pueblo irlandés y también por los señores de la guerra británicos en Westminster. Dos de esos traidores irlandeses que firmaron este “Tratado” son Michael Collins y Arthur Griffith, quienes fueron los principales representantes de Sinn Féin en las negociaciones.
Pintaron el Tratado como el trampolín hacia un país libre y soberano, cuando en realidad se convertiría en un estado de dominio, algo de lo que hoy no se ha alejado demasiado. El Estado Libre, que profesa llamarse a sí mismo la “República de Irlanda” hoy, es todo lo contrario de lo que esos hombres y mujeres valientes lucharon con tanto coraje. Los hombres y mujeres de la resistencia irlandesa no lucharon y murieron por un paraíso fiscal capitalista para que la élite rica y poderosa escapara y blanqueara su dinero, dinero que fue generado por la clase trabajadora que emplean y explotan en cada oportunidad que se les presenta.
La Irlanda por la que estos hombres y mujeres lucharon y murieron era una República Socialista de 32 condados, como se proclamó el lunes de Pascua de 1916 frente al GPO en la capital de nuestra nación, Dublín.
Avance rápido 77 años desde la firma del Tratado angloirlandés y tiene otro cuchillo en la espalda del pueblo irlandés de parte de aquellos en posiciones de liderazgo que afirmaron que lo llevarían a la República. En 1998, el "Acuerdo del Viernes Santo" fue firmado por aún más traidores irlandeses y caudillos británicos. Una vez más, dos de esos traidores irlandeses pertenecían al Sinn Féin, Martin McGuinness y Gerry Adams. Al igual que Collins y Griffith antes que ellos, ellos también afirmaron que esto era un trampolín hacia una Irlanda libre y soberana, pero como ha demostrado la historia, todo esto fue un ardid bien coreografiado para ganarse la confianza del pueblo irlandés para que unos pocos elegidos pudieran hacerlo para forrar sus bolsillos con las espaldas de la dedicación de los Voluntarios.
Tan descarada fue esta falsa paz que Martin McGuinness dijo que aquellos en Sinn Féin entregarían una Irlanda Unida para 2016, 100 años después del Levantamiento de Pascua.
Hoy, Éistigí, apoyado por nuestros camaradas en Saoradh, se mantiene firme y le muestra al monarca británico y sus marionetas que nunca dejaremos que engañen al pueblo irlandés en casa y en el extranjero haciéndole creer que todo es un jardín de rosas. Defenderemos los valores que los republicanos durante generaciones han valorado tanto. No permitiremos que la presencia británica ilegal en Irlanda quede sin oposición.
¡Te llevaremos a la República!
¡An Phoblacht Abú!
# ¡Rompe la frontera!
Riga
Hace 3 horas
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