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sábado, 3 de julio de 2021

El toque de queda del Falls Road

El toque de queda en el Falls Road el verano de 1970 es considerado como un importante punto de inflexión en la historia temprana del conflicto (la fase de los Troubles).

Un período de 36 horas vio a cuatro hombres perdiendo sus vidas y cientos de familias abandonando sus hogares durante una de las peores olas de violencia callejera. Hubo al menos 78 heridos (18 soldados) y 337 personas fueron arrestadas, entre ellas el líder del IRA Oficial Billy McMillen.

El problema estalló en Lower Falls el viernes 3 de julio, se desató cuando la RUC y el ejército británico allanaron una casa en Balkan Street (en principio buscaban armas del O.IRA, en el que por entonces era un bastión del grupo, encontrando supuestamente 15 pistolas, un rifle, un subfusil y municiones) en torno a las 16:30. (hora local). Una multitud que se había reunido fuera se negó a moverse y el ejército británico utilizó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.

La violencia estalló y más botes de CS fueron despedidos. A medida que el problema se extendió el ejército británico trajo más vehículos blindados.

Multitudes de personas construyeron barricadas en varios puntos alrededor del Lower Falls y el Falls fue escenario de numerosas batallas callejeras. Un autobús fue secuestrado para bloquear un cruce de calle y vehículos militares fueron apedreados.

Los verdaderos combates callejeros se extendieron hasta el Falls Road y a lo largo de sus muchas calles laterales, donde las batallas entre la población nacionalista/republicana y el ejército británico siguieron. Los heridos empeoraban por los efectos del gas CS.

Se habla de la participación de unos 60-80 voluntarios del O.IRA, y de algunos del P.IRA -poco más de una docena- (que lanzaron granadas de mano artesanales), los disparos se daban en ambos lados y el ejército británico dió la irrisoria cifra de 15 disparos realizados por sus soldados.

Los soldados dispararon al menos 1.600 botes y cartuchos de gas CS durante la operación.

A las 22:20 (hora local), como la lucha continuaba, un helicóptero con un altavoz sobrevoló la zona y una voz anunció que se estaba imponiendo un toque de queda. La voz decía que cualquier persona que fuese capturado fuera de las puertas de su casa sería arrestado. Vehículos militares británicos se alineaban ya en el Falls Road.

El área que se encontraba bajo toque de queda militar se extendía desde Albert Street a lo largo de Falls Road y Grosvenor Road hasta Durham Street - alrededor de 50 calles.

Minutos después de que se anunciara el toque de queda, tres soldados fueron baleados y heridos por voluntarios del IRA Oficial en la calle Omar.

Unas 300 familias tuvieron que abandonar sus hogares y los que se quedaron hablaron de que se escucharon disparos esporádicos después del anochecer. A pesar de períodos de calma, el ejército británico continuó disparando cilindros de gas - algunos a través de las ventanas, donde se apiñaban las familias por seguridad.

Cubos y cuencos llenas de una mezcla de agua y vinagre se colocaban en las puertas delanteras de manera que los que participaban en los enfrentamientos podían mojar trapos para protegerse contra el gas irritante. La lucha continuó durante toda la noche y en un momento dado, unos 1.000 soldados se abalanzaron sobre la zona.

Representantes políticos, sacerdotes y líderes de la comunidad fueron de calle en calle tratando de calmar la situación. Sin embargo, el ejército continuó disparando botes de gas. A la mañana siguiente tres hombres habían muerto y otro resultó fatalmente herido.

Charles O'Neill de 36 años, inválido y ex militar de Linden Street. Fue arrollado por un vehículo militar. Se cree que fue deliberadamente atropellado.

William Burns, un soltero de 54 años de edad, fue asesinado a tiros en el último escalón de su casa en Falls Road. El tiroteo ocurrió dos horas antes del toque de queda y los residentes, dijeron que había estado charlando con un vecino.

Patrick Elliman trabajaba en un taller de reparación y estaba jubilado con 63 años de edad, era también ex portero del equipo de hurling de Antrim. Fue disparado en la cabeza el 3 de julio, murió de sus heridas el día 10 de ese mismo mes.

Zbigniew Uglik era cartero y fotógrafo aficionado. El hombre, de nacionalidad polaca recibió un disparo mientras trataba de tomar fotografías.

El toque de queda continuó durante el sábado y el domingo, hasta que unas 3000 mujeres 'católicas', oyeron que algunas familias que no tenían suficiente para comer, y marcharon sobre Lower Falls para llevar comida.

Las tropas británicas en las barricadas de alambre de púas fueron sorprendidas por los gritos y cantos de las mujeres. Estas marcharon por el Falls Road agitando bolsas de la compra, botellas de leche y panes. Algunas llevaban delantales, las madres apretaban las manos de los niños pequeños. Algunos llevaban 'sus mejores galas' después de haber oido Misa.

Muchas de las mujeres se detuvieron para entregar sus regalos en un pasillo de la escuela. La Legión de María y los Caballeros de Malta establecieron un centro de comida de emergencia en Sultan Street. Los informes describen cómo a los pocos minutos de que fuese abierto, mujeres y niños de otras áreas formaban una larga cola para entregar lo que buenamente podían donar.

El toque de queda fue levantado a las 9 am del domingo 5 de julio (hora local).

Fue después de esto cuando hubo informes circulando que hablaban de soldados británicos saqueando tiendas y casas. Historias de insultos verbales y abusos a manos de soldados también comenzaron a surgir.

Los residentes informaron de que los soldados habían destruido una casa tras otra, rompiendo puertas y ventanas y tirando la ropa de las habitaciones. También hubo informes de soldados rompiendo crucifijos y estatuas religiosas.

Un centro se creó en Balkan Street para dejar constancia de los daños producidos por los soldados. En dos horas se habían recibido 150 quejas.

La Asociación de Derechos Civiles de Irlanda del Norte pidió una investigación pública sobre la conducta de los soldados. El ministro de Defensa británico Lord Balniel defendió la acción del ejército declarando: "Estoy profundamente impresionado por la forma imparcial en la que están llevando a cabo una tarea extremadamente difícil."

Al acabar el toque de queda, las tropas dijeron que habían incautado cerca de 100 armas de fuego, 100 granadas caseras, 250 libras de explosivos y 21.000 cartuchos de municiones. Entre las armas de fuego supuestamente confiscadas había 52 pistolas, 35 rifles, 6 ametralladoras y 14 escopetas . Casi todo ese material pertenecía al IRA Oficial.  El ejército británico allanó al menos 1000 viviendas.

Más tarde se informó de que el ejército británico había llevado a dos ministros unionistas, John Brooke y William Long, a través de la zona en vehículos blindados. Esto enfureció aún más a los nacionalistas/republicanos en el Norte, que percibieron el gesto como símbolo de triunfalismo unionista sobre un área intimidada por la fuerza militar británica.

El Toque de queda del Falls tuvo dos resultados principales. El primero que la población nacionalista y republicana de Belfast vió aquello como un factor decisivo en términos de empeoramiento de la relación entre el ejército británico y la clase obrera 'católica'. Los acontecimientos del Toque de queda en el Falls dieron credibilidad al argumento republicano irlandés de que el ejército británico era un ejército colonial hostil de ocupación.

Gerry Adams dijo entonces: "Miles de personas que nunca habían sido republicanos ahora dieron su apoyo activo al IRA, mientras que otros, que nunca habían tenido ningún apoyo a la fuerza física ahora lo consideraban como una necesidad práctica".

El segundo resultado principal fue una profundización de la enemistad entre las dos facciones del Ejército Republicano Irlandés, el IRA Oficial y el IRA Provisional, que se habían separado en diciembre de 1969. Los 'Oficiales' culparon a los 'Provisionales' del inicio de la confrontación con las tropas y luego de salir huyendo, lo que dió como resultado, la pérdida de gran parte del armamento de los 'Oficiales'. Durante el año siguiente, las dos facciones llevan a cabo muchos tiroteos y golpizas de unos miembros a otros. Una tregua fue finalmente acordada entre ellos para evitar más derramamiento de sangre después de que los 'Oficiales' asesinaron a un joven llamado Charlie Hughes. Hughes era el comandante de la unidad Provisional en Lower Falls y había participado en algunos de los combates durante el toque de queda del Falls.

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