Una encuesta de LucidTalk para el Belfast Telegraph publicada ayer apunta a que el DUP de la primera ministra Arlene Foster, actual partido mayoritario, podría caer hasta el 19%, su nivel más bajo en dos décadas, dejando la primera plaza a disposición del Sinn Féin de la viceprimera ministra Michelle O’Neill, que con un 24% de los votos podría encabezar el gobierno autónomo de Irlanda del Norte en unos próximos comicios. Sin duda, sería un acontecimiento histórico. Recordemos que el SF se quedó en las elecciones del 2 de marzo de 2017 a solo ¡dos décimas! y a un escaño de arrebatarle la victoria al DUP.
La polémica creada entre la comunidad unionista (protestante) por la nueva frontera instaurada en el Mar de Irlanda está por tanto pasando factura al DUP, cuyos votantes más descontentos estarían apostando por el voto ultra de TUV (Voz Tradicionalista Unionista) de Jim Allister, que podría incrementar su resultado en cuatro puntos (desde una encuesta anterior) hasta alcanzar el 10%.
El significativo retroceso del DUP no solo le castigaría perdiendo el primer puesto en favor de su viejo enemigo, el Sinn Féin, antiguo brazo político del inactivo IRA, con quien está obligado a gobernar a causa de los acuerdos de paz. También podría perder la segunda plaza, que se la disputa el partido de la Alianza (centrista, intercomunitario), al que la encuesta pronostica un 18% de votos, dos puntos más que en un sondeo anterior.
Podemos concluir que el Brexit estaría suponiendo un auténtico terremoto para el sistema político norirlandés resultante del proceso de paz: por primera vez la división del voto unionista podría entregar la jefatura del gobierno a un partido nacionalista irlandés, al mismo tiempo que un partido no sectario (Alliance) podría romper el bipartidismo existente heredero del conflicto entre dos comunidades (la unionista/protestante y la nacionalista/católica). Seguiremos informando.
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