Desde La Vanguardia vía EFE reflejan de la siguiente manera la noticia (sin editar) .- El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, celebró hoy [por ayer] que el acuerdo sobre el "brexit" aborde la cuestión de la frontera norirlandesa, pero pidió prudencia para que la primera ministra británica, Theresa May, pueda lograr su aprobación.
Varadkar efectuó esas declaraciones en la Cámara Baja del parlamento irlandés (Dáil), después de reunirse con sus ministros para analizar el citado texto, que aspira a solucionar el problema de la frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte, el principal escollo en las negociaciones sobre el "brexit".
El primer ministro irlandés comunicó a la cámara que tiene previsto explicar en detalle el contenido del acuerdo "técnico" al que han llegado el Reino Unido y la Unión Europea (UE), toda vez que haya sido presentado en Londres y Bruselas.
Asimismo, confirmó que tiene previsto reunirse mañana con los partidos norirlandeses para analizar la situación.
Entre los aspectos destacables para su Gobierno, Varadkar reiteró que el borrador del acuerdo de salida "no afectará negativamente" al acuerdo del Viernes Santo, que puso fin en 1998 al conflicto norirlandés.
"De hecho, lo protege", subrayó Varadkar, quien adelantó que las dos cámaras del Parlamento de Dublín podrán pronunciarse sobre el acuerdo final, tal y como deben hacerlo el Parlamento británico y el Parlamento europeo.
Como reclamaba su Ejecutivo, recordó Varadkar, el documento incluye una salvaguarda para evitar el restablecimiento de una frontera estricta entre las dos Irlandas tras el "brexit", clave para sus economías y el proceso de paz.
"No era nuestra opción preferida, pero es una garantía, una póliza de seguro", explicó Varadkar, cuya insistencia sobre la inclusión de un "protocolo irlandés" en el acuerdo para proteger la invisibilidad de la frontera ha ralentizado las negociaciones y tensado sus relaciones con el Reino Unido.
Esa salvaguarda prevé que todo el Reino Unido permanecerá temporalmente en una unión aduanera con la UE, mientras que se añadirán provisiones específicas para reforzar el alineamiento de Irlanda del Norte con esa área económica y con las reglas del mercado único comunitario.
El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), socio del Gobierno británico, reiteró hoy que está "preocupado" y que no puede apoyar ese principio de acuerdo porque pone en riesgo el futuro y la integridad territorial del Reino Unido.
El dirigente del DUP Jeffrey Donaldson aseguró que el texto dejará a Irlanda del Norte, "a largo plazo, estrechamente alineada" con el bloque comunitario, al tiempo que podría reavivar el impulso independentista escocés.
Asimismo, el pacto de salida contendrá "un mecanismo de revisión" para evaluar los progresos efectuados es este área y evitar que una de las partes lo abandone este arreglo de manera unilateral.
Según Varadkar, la salvaguarda no será necesaria si ambos bloques llegan a establecer una nueva relación comercial, pero "debe de ser legalmente operativa y no puede tener una fecha de caducidad".
En este sentido, el "taoiseach" reconoció que "éste es un momento difícil" para la comunidad unionista de Irlanda del Norte, cuyo principal representante político es el DUP, una formación ultraconservadora que aglutina a buena parte de la comunidad protestante norirlandesa.
"Sé que muchos de ellos -dijo- se sienten vulnerables, muchos pueden sentirse aislados y muchos de ellos pueden estar bastante preocupados por los que se pueda pactar en los próximos días".
Por ello, agregó, es importante recordar que el acuerdo del Viernes Santo reconoce la integridad territorial del Reino Unido, mientras que el estatus constitucional de Irlanda del Norte "no cambiará" a menos que "la mayoría de su ciudadanía así lo decida".
Pearse Doherty, el portavoz en el Dáil del partido nacionalista Sinn Féin, tercera fuerza en Irlanda y, tras el DUP, segunda en Irlanda del Norte, entre cuya comunidad católica es mayoritario, aseguró hoy que el borrador del acuerdo podría "ser válido" y consideró que la reacción de los unionistas "no es sorprendente".
El dirigente republicano recordó que los unionistas hicieron campaña a favor de la salida del Reino Unido de la UE en el referéndum de 2016, a pesar de que la mayoría del electorado de Irlanda del Norte lo rechazó.
El problema de la frontera irlandesa ha sido el principal escollo de las negociaciones, aunque el borrador, si es aprobado hoy a nivel político por todos los ministros británicos, deberá ser sometido a una votación de los diputados en el Parlamento de Londres.
Ahí, May también necesitará el apoyo de los diez diputados del DUP en Westminster, que le permiten gobernar en minoría.
Varadkar efectuó esas declaraciones en la Cámara Baja del parlamento irlandés (Dáil), después de reunirse con sus ministros para analizar el citado texto, que aspira a solucionar el problema de la frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte, el principal escollo en las negociaciones sobre el "brexit".
El primer ministro irlandés comunicó a la cámara que tiene previsto explicar en detalle el contenido del acuerdo "técnico" al que han llegado el Reino Unido y la Unión Europea (UE), toda vez que haya sido presentado en Londres y Bruselas.
Asimismo, confirmó que tiene previsto reunirse mañana con los partidos norirlandeses para analizar la situación.
Entre los aspectos destacables para su Gobierno, Varadkar reiteró que el borrador del acuerdo de salida "no afectará negativamente" al acuerdo del Viernes Santo, que puso fin en 1998 al conflicto norirlandés.
"De hecho, lo protege", subrayó Varadkar, quien adelantó que las dos cámaras del Parlamento de Dublín podrán pronunciarse sobre el acuerdo final, tal y como deben hacerlo el Parlamento británico y el Parlamento europeo.
Como reclamaba su Ejecutivo, recordó Varadkar, el documento incluye una salvaguarda para evitar el restablecimiento de una frontera estricta entre las dos Irlandas tras el "brexit", clave para sus economías y el proceso de paz.
"No era nuestra opción preferida, pero es una garantía, una póliza de seguro", explicó Varadkar, cuya insistencia sobre la inclusión de un "protocolo irlandés" en el acuerdo para proteger la invisibilidad de la frontera ha ralentizado las negociaciones y tensado sus relaciones con el Reino Unido.
Esa salvaguarda prevé que todo el Reino Unido permanecerá temporalmente en una unión aduanera con la UE, mientras que se añadirán provisiones específicas para reforzar el alineamiento de Irlanda del Norte con esa área económica y con las reglas del mercado único comunitario.
El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), socio del Gobierno británico, reiteró hoy que está "preocupado" y que no puede apoyar ese principio de acuerdo porque pone en riesgo el futuro y la integridad territorial del Reino Unido.
El dirigente del DUP Jeffrey Donaldson aseguró que el texto dejará a Irlanda del Norte, "a largo plazo, estrechamente alineada" con el bloque comunitario, al tiempo que podría reavivar el impulso independentista escocés.
Asimismo, el pacto de salida contendrá "un mecanismo de revisión" para evaluar los progresos efectuados es este área y evitar que una de las partes lo abandone este arreglo de manera unilateral.
Según Varadkar, la salvaguarda no será necesaria si ambos bloques llegan a establecer una nueva relación comercial, pero "debe de ser legalmente operativa y no puede tener una fecha de caducidad".
En este sentido, el "taoiseach" reconoció que "éste es un momento difícil" para la comunidad unionista de Irlanda del Norte, cuyo principal representante político es el DUP, una formación ultraconservadora que aglutina a buena parte de la comunidad protestante norirlandesa.
"Sé que muchos de ellos -dijo- se sienten vulnerables, muchos pueden sentirse aislados y muchos de ellos pueden estar bastante preocupados por los que se pueda pactar en los próximos días".
Por ello, agregó, es importante recordar que el acuerdo del Viernes Santo reconoce la integridad territorial del Reino Unido, mientras que el estatus constitucional de Irlanda del Norte "no cambiará" a menos que "la mayoría de su ciudadanía así lo decida".
Pearse Doherty, el portavoz en el Dáil del partido nacionalista Sinn Féin, tercera fuerza en Irlanda y, tras el DUP, segunda en Irlanda del Norte, entre cuya comunidad católica es mayoritario, aseguró hoy que el borrador del acuerdo podría "ser válido" y consideró que la reacción de los unionistas "no es sorprendente".
El dirigente republicano recordó que los unionistas hicieron campaña a favor de la salida del Reino Unido de la UE en el referéndum de 2016, a pesar de que la mayoría del electorado de Irlanda del Norte lo rechazó.
El problema de la frontera irlandesa ha sido el principal escollo de las negociaciones, aunque el borrador, si es aprobado hoy a nivel político por todos los ministros británicos, deberá ser sometido a una votación de los diputados en el Parlamento de Londres.
Ahí, May también necesitará el apoyo de los diez diputados del DUP en Westminster, que le permiten gobernar en minoría.
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