En la avenida Ballysillan se mezclaban los juguetes para niños y carritos con televisores de pantalla plana, cómodas y colchones, todo en la calle. Amigos y vecinos brindaban asistencia y en ocasiones un abrazo amistoso para aquellos que se tenían que ir.
Las despedidas tuvieron lugar horas despues de los últimos ataques el martes por la noche, bajo la mirada de cuatro oficiales de policía que ofrecian apoyo a las familias mientras sacaban muchas bolsas y maletas.
Entre ellos se encontraban dos mujeres y un bebé que habían estado viviendo en un alojamiento de emergencia después de haber sido forzados a salir hace dos semanas, con solo unas pocas pertenencias agarradas con prisa cuando huyeron a raíz de un ataque.
El miércoles regresaron a la escena del ataque para recoger el resto de sus muebles y su ropa y se prepararon para abandonar sus hogares por última vez.
Horas antes, sus vecinos en la misma calle se habían convertido en los últimos objetivos cuando una camioneta fue incendiada y varias ventanas se rompieron.
Entre los residentes, como es evidente viendo lo que está sucediendo, existe miedo a hablar en público.
Una mujer, la madre del bebé de siete meses cuya casa fue atacada el mes pasado, dijo que estaba agradecida con los miembros de su iglesia local que la habían ayudado a mudarse.
Esta historia podría ser de los Troubles, pero tristemente, es de este mismo mes de Agosto de 2018.
Para entender lo que está sucediendo en esta parte del convulso North Belfast, debemos acudar a unas siniestras siglas - LVF - un grupúsculo paramilitar lealista que tenía en Ballysillan su base de poder en Belfast.
La LVF es un grupo paramilitar casi completamente desaparecido, más allá de elementos puramente narcotraficantes y criminales que usan sus siglas en Antrim, algunos que montan su espectáculo en torno a la bonfire de Ballycraigy verdadero bastión histórico de la LVF, y pequeños residuos que colocan banderas y pancartas en lugares como Dungannon, a todo esto, se suma actualmente un grupo de elementos cercanos a lo antisocial y los hoods en Ballysillan.
La disputa actual en Ballysillan parece que puede tener su origen en el hecho de que algunos residentes retiraran banderas de la LVF colocadas recientemente en farolas del área. La respuesta de estas últimas semanas ha sido diversas casas atacadas, ventanas destrozadas y vehículos incendiados.
En algunos circulos se está afirmando que la UVF está bajo presión para responder a estos desmanes (este grupo ya expulsó hace años a la LVF del North Belfast, en una de sus repetidas escaramuzas intestinas), especialmente después de que la concejal del PUP (partido considerado la voz política de la UVF) Julie-Anne Corr-Johnston fuese amenazada mientras ayudaba a residentes cuyas casas fueron blanco de los ataques. Ella por su lado insiste en una resolución pacífica de la tensión, y en que se informe al PSNI, en un área en la que creció y a la cual representa en el Ayuntamiento de Belfast.
Ahora queda tan sólo esperar que o bien cesen los ataques, o bien se pueda ver una respuesta de la poderosa UVF del Shankill Road.
Los datos de los últimos ataques son:
- Varias familias obligadas a abandonar sus hogares en el norte de Belfast después de la última de una serie de ataques en la zona.
- Dos vehículos incendiados y las ventanas de dos casas en la Avenida Ballysillan destrozadas durante la noche.
- Es el quinto ataque en este nuevo enclave de viviendas pequeñas en poco más de una semana, en la lealista Ballysillan Avenue.
- La policía ahora ha aumentado sus patrullas en el área.
Las despedidas tuvieron lugar horas despues de los últimos ataques el martes por la noche, bajo la mirada de cuatro oficiales de policía que ofrecian apoyo a las familias mientras sacaban muchas bolsas y maletas.
Entre ellos se encontraban dos mujeres y un bebé que habían estado viviendo en un alojamiento de emergencia después de haber sido forzados a salir hace dos semanas, con solo unas pocas pertenencias agarradas con prisa cuando huyeron a raíz de un ataque.
El miércoles regresaron a la escena del ataque para recoger el resto de sus muebles y su ropa y se prepararon para abandonar sus hogares por última vez.
Horas antes, sus vecinos en la misma calle se habían convertido en los últimos objetivos cuando una camioneta fue incendiada y varias ventanas se rompieron.
Entre los residentes, como es evidente viendo lo que está sucediendo, existe miedo a hablar en público.
Una mujer, la madre del bebé de siete meses cuya casa fue atacada el mes pasado, dijo que estaba agradecida con los miembros de su iglesia local que la habían ayudado a mudarse.
Esta historia podría ser de los Troubles, pero tristemente, es de este mismo mes de Agosto de 2018.
Para entender lo que está sucediendo en esta parte del convulso North Belfast, debemos acudar a unas siniestras siglas - LVF - un grupúsculo paramilitar lealista que tenía en Ballysillan su base de poder en Belfast.
La LVF es un grupo paramilitar casi completamente desaparecido, más allá de elementos puramente narcotraficantes y criminales que usan sus siglas en Antrim, algunos que montan su espectáculo en torno a la bonfire de Ballycraigy verdadero bastión histórico de la LVF, y pequeños residuos que colocan banderas y pancartas en lugares como Dungannon, a todo esto, se suma actualmente un grupo de elementos cercanos a lo antisocial y los hoods en Ballysillan.
La disputa actual en Ballysillan parece que puede tener su origen en el hecho de que algunos residentes retiraran banderas de la LVF colocadas recientemente en farolas del área. La respuesta de estas últimas semanas ha sido diversas casas atacadas, ventanas destrozadas y vehículos incendiados.
En algunos circulos se está afirmando que la UVF está bajo presión para responder a estos desmanes (este grupo ya expulsó hace años a la LVF del North Belfast, en una de sus repetidas escaramuzas intestinas), especialmente después de que la concejal del PUP (partido considerado la voz política de la UVF) Julie-Anne Corr-Johnston fuese amenazada mientras ayudaba a residentes cuyas casas fueron blanco de los ataques. Ella por su lado insiste en una resolución pacífica de la tensión, y en que se informe al PSNI, en un área en la que creció y a la cual representa en el Ayuntamiento de Belfast.
Ahora queda tan sólo esperar que o bien cesen los ataques, o bien se pueda ver una respuesta de la poderosa UVF del Shankill Road.
Los datos de los últimos ataques son:
- Varias familias obligadas a abandonar sus hogares en el norte de Belfast después de la última de una serie de ataques en la zona.
- Dos vehículos incendiados y las ventanas de dos casas en la Avenida Ballysillan destrozadas durante la noche.
- Es el quinto ataque en este nuevo enclave de viviendas pequeñas en poco más de una semana, en la lealista Ballysillan Avenue.
- La policía ahora ha aumentado sus patrullas en el área.
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