Desde Innisfree desarrollan la información de la siguiente manera;
La República de Irlanda ha evolucionado mucho en los últimos años en materia de derechos civiles, pasando de ser uno de los estados más reaccionarios de Europa junto con Malta a convertirse en la vanguardia de la igualdad y no discriminación por orientación sexual, gracias a la pérdida de influencia social de la Iglesia católica y al proceso de secularización experimentado a raíz del escándalo de la pederastia que ha conmovido especialmente a este país. Sin embargo, en el Norte la realidad es bien distinta. El partido mayoritario en la comunidad unionista/protestante es una fuerza conservadora y ultrarreligiosa, el DUP, que rechaza la igualdad y exhibe sin pudor altas dosis de homofobia. Precisamente, su oposición a los derechos de la comunidad LGTBI+ es una de las cuestiones que están impidiendo un acuerdo de gobernabilidad entre el DUP y el Sinn Féin que permita poner en marcha las instituciones de autogobierno, colapsadas desde hace más de un año. Con este preámbulo, la noticia producida esta semana se entiende mejor y abre un pequeño resquicio a la esperanza también en el Norte de irlanda.
Los hombres norirlandeses condenados en el pasado por una ley contra la homosexualidad, ya abolida, podrán desde ahora pedir un «indulto» a las autoridades de la provincia británica, según informa la agencia EFE. Además de un «perdón oficial», la nueva legislación, que fue aprobada por la Asamblea autónoma de Belfast en 2016 y entró en vigor el pasado 28 de junio, coincidiendo con el Día del Orgullo, permitirá al Ministerio de Justicia eliminar las condenas de los expedientes de los que lo soliciten. Tampoco se verán obligados a desvelar que sus fichas policiales han sido modificadas al respecto cuando, por ejemplo, rellenen una solicitud de trabajo, según informaron fuentes oficiales.
Esta medida equipara a Irlanda del Norte con el resto del Reino Unido, después de que el Gobierno de Londres concediera el pasado año el indulto y un «perdón póstumo» a miles de hombres condenados en este país por ser homosexuales o bisexuales. La llamada «Ley de Turing», bautizada así en honor a Alan Turing (1912-1954), el matemático británico que ayudó a descifrar los códigos de los secretos nazis durante la II Guerra Mundial, entró en vigor en Gran Bretaña en enero de 2017 y concedió indultos a unas 49.000 personas.
Mantener relaciones homosexuales fue considerado delito en Inglaterra y Gales hasta 1967, en Escocia hasta 1980 y en Irlanda del Norte hasta 1982. «Aunque el Gobierno del Reino Unido nunca podrá remediar el daño causado a hombres homosexuales y bisexuales, sí puede seguir trabajando para asegurar que no se repiten los errores del pasado», declaró John O’Doherty, director del «Proyecto Arco Iris», que da apoyo al colectivo LGTB en Irlanda del Norte.
Durante la jornada del 28-J, Arlene Foster, líder del ultraconservador Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario entre la comunidad protestante norirlandesa, asistió, por primera vez, a un acto del Día del Orgullo organizado en Belfast. Este gesto es visto como un intento por limar las diferencias que mantiene con el nacionalista Sinn Féin, principal entre los católicos, para tratar de restaurar en los próximos meses el Gobierno autónomo de poder compartido, que permanece suspendido desde enero de 2017.
Entre otros asuntos, el Sinn Féin se niega a volver al Ejecutivo hasta que el DUP acepte una agenda de cambio social que legalice, por ejemplo, el aborto o el matrimonio homosexual en la región, en línea con la situación en el resto del Reino Unido y en la vecina República de Irlanda.
La ministra británica para Irlanda del Norte, Karen Bradley, aseguró que cualquier medida adoptada por los políticos para “acercarse a las diferentes comunidades” es “buena” para el futuro de la provincia. “Felicito a Arlene por lo que está haciendo y quiero ver más gestos parecidos (…) porque demostraremos que los políticos trabajan para la ciudadanía y sentaremos las bases para resumir el diálogo”, dijo Bradley, en referencia a la posibilidad de volver sentar a los partidos en la mesa de negociación, después de meses de fracasos en sus conversaciones.
La República de Irlanda ha evolucionado mucho en los últimos años en materia de derechos civiles, pasando de ser uno de los estados más reaccionarios de Europa junto con Malta a convertirse en la vanguardia de la igualdad y no discriminación por orientación sexual, gracias a la pérdida de influencia social de la Iglesia católica y al proceso de secularización experimentado a raíz del escándalo de la pederastia que ha conmovido especialmente a este país. Sin embargo, en el Norte la realidad es bien distinta. El partido mayoritario en la comunidad unionista/protestante es una fuerza conservadora y ultrarreligiosa, el DUP, que rechaza la igualdad y exhibe sin pudor altas dosis de homofobia. Precisamente, su oposición a los derechos de la comunidad LGTBI+ es una de las cuestiones que están impidiendo un acuerdo de gobernabilidad entre el DUP y el Sinn Féin que permita poner en marcha las instituciones de autogobierno, colapsadas desde hace más de un año. Con este preámbulo, la noticia producida esta semana se entiende mejor y abre un pequeño resquicio a la esperanza también en el Norte de irlanda.
Los hombres norirlandeses condenados en el pasado por una ley contra la homosexualidad, ya abolida, podrán desde ahora pedir un «indulto» a las autoridades de la provincia británica, según informa la agencia EFE. Además de un «perdón oficial», la nueva legislación, que fue aprobada por la Asamblea autónoma de Belfast en 2016 y entró en vigor el pasado 28 de junio, coincidiendo con el Día del Orgullo, permitirá al Ministerio de Justicia eliminar las condenas de los expedientes de los que lo soliciten. Tampoco se verán obligados a desvelar que sus fichas policiales han sido modificadas al respecto cuando, por ejemplo, rellenen una solicitud de trabajo, según informaron fuentes oficiales.
Esta medida equipara a Irlanda del Norte con el resto del Reino Unido, después de que el Gobierno de Londres concediera el pasado año el indulto y un «perdón póstumo» a miles de hombres condenados en este país por ser homosexuales o bisexuales. La llamada «Ley de Turing», bautizada así en honor a Alan Turing (1912-1954), el matemático británico que ayudó a descifrar los códigos de los secretos nazis durante la II Guerra Mundial, entró en vigor en Gran Bretaña en enero de 2017 y concedió indultos a unas 49.000 personas.
Mantener relaciones homosexuales fue considerado delito en Inglaterra y Gales hasta 1967, en Escocia hasta 1980 y en Irlanda del Norte hasta 1982. «Aunque el Gobierno del Reino Unido nunca podrá remediar el daño causado a hombres homosexuales y bisexuales, sí puede seguir trabajando para asegurar que no se repiten los errores del pasado», declaró John O’Doherty, director del «Proyecto Arco Iris», que da apoyo al colectivo LGTB en Irlanda del Norte.
Durante la jornada del 28-J, Arlene Foster, líder del ultraconservador Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario entre la comunidad protestante norirlandesa, asistió, por primera vez, a un acto del Día del Orgullo organizado en Belfast. Este gesto es visto como un intento por limar las diferencias que mantiene con el nacionalista Sinn Féin, principal entre los católicos, para tratar de restaurar en los próximos meses el Gobierno autónomo de poder compartido, que permanece suspendido desde enero de 2017.
Entre otros asuntos, el Sinn Féin se niega a volver al Ejecutivo hasta que el DUP acepte una agenda de cambio social que legalice, por ejemplo, el aborto o el matrimonio homosexual en la región, en línea con la situación en el resto del Reino Unido y en la vecina República de Irlanda.
La ministra británica para Irlanda del Norte, Karen Bradley, aseguró que cualquier medida adoptada por los políticos para “acercarse a las diferentes comunidades” es “buena” para el futuro de la provincia. “Felicito a Arlene por lo que está haciendo y quiero ver más gestos parecidos (…) porque demostraremos que los políticos trabajan para la ciudadanía y sentaremos las bases para resumir el diálogo”, dijo Bradley, en referencia a la posibilidad de volver sentar a los partidos en la mesa de negociación, después de meses de fracasos en sus conversaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario