Después de visitar la escena, Humphrey dijo: "Una vez más la sala de Orange en Clifton Street ha sido atacada por vándalos republicanos. No puede haber ninguna duda de que la sala fue atacada de forma deliberada y bombardeada con pintura para coincidir con el desfile y el servicio del domingo del Belfast Orange Widows, en un claro intento de aumentar las tensiones. Los fanáticos intolerantes e ignorantes detrás de este ataque sectario no tienen nada que ofrecer a nuestra sociedad en el futuro".
"Tratan de atacar, dañar y destruir la propiedad de la Institución orangista, mientras que al mismo tiempo demuestran una total intolerancia y falta de respeto por la cultura y la tradición Orangista".
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