La irlandesa Sharon Corr, heredera de la creatividad musical de un grupo mítico, The Corrs, comienza su gira para presentar las canciones de su primer disco en solitario, 'Dream of you', un álbum que, dice, la hace crecer como artista. Sobre su perspectiva de ventas, la cantante alude a las descargas ilegales, que "han socavado el valor de la música", y reconoce que hoy en día es muy poco probable que un músico consiga vender tanto como consiguió ella con la banda que formó junto a sus hermanos (más de 50 millones de discos).
La opinioncoruña/ALBERTO G. SALEH | LAS PALMAS -¿Qué diferencias establece entre su trabajo en solitario y el de los discos con The Corrs?
-Para mí este trabajo es la libre expresión total. Cuando trabajas y escribes sólo para ti misma, puedes expresar tu propio camino en la vida. Es una oportunidad que he tenido para crecer como artista y se extiende al rendimiento final del trabajo. Es un desafío enorme que me gusta; amo descubrir quién soy como persona y como artista en solitario. The Corrs era un hermoso viaje conjunto. Eso lo hizo todo un poco más fácil, las experiencias las vivimos juntos como amigos y familiares.
-¿Cómo ha planteado sus conciertos en solitario?
-Mi show son muchas cosas: rock, grooves y baladas. Es a la vez intimista y agresivo. Tengo muchas influencias: folk, country, rock, pop. Además, por primera vez desde que dejamos The Corrs, mi hermano Jim me acompañará en el escenario. ¡Será una noche divertida!
-¿Por qué cree que esa forma de fusionar el folk con el pop no logró el éxito masivo hasta The Corrs?
-No fuimos los primeros en mezclar música tradicional irlandesa con otra música. Los Horselips la mezclaban con el rock y Clannad con lo etéreo. Pero fuimos sin duda los primeros en mezclar pop y rock con música tradicional y lograr el amor de la radio. Nosotros éramos una banda principalmente de pop, pero fue la música tradicional la influencia que ayudó a definir nuestro sonido y destacar frente a otras bandas. El sentido de la melodía y el uso de coros también perfiló nuestra personalidad.
-¿Cree que hay una diferencia clara entre el pop hecho en el Reino Unido y el que se hace en Irlanda?
-Sí, el pop en el Reino Unido es un estilo muy popular y está hecho así de una manera deliberada, pero el pop de Irlanda siempre tiene un toque de rock and roll y de otros géneros.
-¿Por qué cree que bandas irlandesas como The Corrs, U2, The Boomtown Rats o The Pogues tienen una personalidad musical fuerte?
-Irlanda tiene una rica historia musical. Estamos inmersos en la tradición de contar historias y de tocar música. Tenemos un fuerte sentido de nuestra propia identidad y el canal por el que se transmite es la música, el arte y la literatura. Tenemos un pasado muy problemático y siempre se utiliza la música para expresar nuestra rabia, nuestro dolor, nuestro amor, nuestra frustración o nuestra tristeza. Supongo que es como la terapia por excelencia.
-¿Siente una fuerte relación con el público español?
-¡Sí! Siento que nos entendemos muy bien, siempre me he sentido como en casa en España y siempre he sentido una armonía increíble con el público español. Lo que hace tan especial al público español es que son gente apasionada que nunca oculta el amor, así que tú siempre sientes este calor increíble que sale de la audiencia. Los irlandeses también son muy apasionados y sin reservas, por lo que son muy parecidos.
-The Corrs vendieron más de 50 millones de discos. ¿Cree que esto podría volver a ocurrir a otro artista con la situación real en la industria musical?
-Es posible, pero poco probable. Con la era de las copias ilegales y de los archivos compartidos, el valor de la música se ha visto gravemente socavado y diluido. Es una causa que me hacer reaccionar muy apasionadamente, porque sé el valor de la música en mi vida. Ésta enriquece nuestras vidas de muchas más maneras de lo que creemos, nos ayuda a saber que no estamos solos y da unidad a las culturas, ya que consigue que unos nos identifiquemos con otros a través de ella, es una forma pura de comunicación. Esto es sin duda algo digno. Es algo que cuesta tiempo y dinero al artista crear, pero es muy barato de comprar. Pagamos grandes cantidades de dinero por cosas que no necesitamos y que no mejoran nuestras vidas, y sin embargo, prefieren robar una pieza de música que nos puede aportar mucho y que puede costar 99 céntimos.
-¿Cree que la forma de trabajar en la música ha cambiado mucho desde los noventa?
-Sí, los álbumes se producen mucho más rápido y el dinero se aplica dentro de las limitaciones de la demanda de la industria. Pero la tecnología también ha avanzado mucho y supongo que ahora es más fácil producir un álbum. Sin embargo, creo que la calidad se ha reducido debido a que ahora es menos un viaje a través de la música y más una forma de producir estrellas individuales.
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