Al igual que ocurrio con Giuseppe y Gerry Conlon y los cuatro de Guilford o los seis de Birmingham, el caso de los Dos de Craigavon es otro escándalo judicial británico.
El fallecido Gerry Conlon hizo campaña activa para pedir justicia para los Dos de Craigavon, diversas personalidades se han unido a la campaña, nosotros desde nuestro humilde altavoz y nuestras escasas posibilidades queremos, una vez más, denunciar lo que creemos firmemente que es un error judicial de la máxima gravedad, por el cual dos hombres languidecen en prisiones británicas.
Ponemos a continuación las palabras del propio McConville que detalle la situación vivida y el contexto de su detención y posterior encarcelamiento:
Mi nombre es Brendan McConville, y estoy escribiendo para ustedes desde
una celda de la prisión de Maghaberry, en el norte de Irlanda. Yo, junto
con John Paul Wootton, pasé casi nueve años preso, víctima de un error
judicial grosero. Nuestra historia se tornó conocida como los “Dos de
Craigavon” (Craigavon Two) y me gustaría contarles un poco sobre las
circunstancias de mi condena injusta y su impacto sobre mi familia.
El 9 de marzo de 2009, el policía Stephen Carroll fue baleado y muerto
en Craigavon, en el Condado de Armagh, Norte de Irlanda. No obstante,
fue solo en la mañana siguiente que ese hecho, en el cual no tuve
absolutamente ninguna participación, entró en mi vida.
Mi probación comenzó alrededor del mediodía, con la llegada a mi casa,
donde yo vivía con mi hijo de quince años, de policías armados, en
vehículos blindados. La policía inició una investigación forense de la
propiedad y posteriormente fui arrestado y llevado para el centro de
interrogatorio de Antrim. Más tarde supe que otros activistas
republicanos y habitantes de la región, incluso John Paul, fueron
también arrestados y traídos para el mismo lugar.
Pasé 15 días en Antrim y fui sometido a treinta interrogatorios
separados, en las cuales la policía afirmó que mi ADN había sido
descubierto en una chaqueta marrón recuperada del maletero del automóvil
de John Paul, que también tenía vestigios de residuos de arma de fuego.
Con base en esa evidencia dudosa, ambos fuimos acusados de asesinato;
John Paul tenía 17 años en la época. Como él era menor de edad, su
identidad no fue publicada, al tiempo que yo era exhibido esposado
frente a los flashes de los medios y mi nombre era divulgado por la TV y
por los diarios.
Fui llevado a la prisión de Maghaberry, donde esperé casi tres años a un
juicio, que finalmente ocurrió en Belfast, sin jurado. El caso fue oído
por un único juez que desempeñó el doble papel de juez y jurado. En el
juicio se reveló que la chaqueta marrón encontrada en el automóvil tenía
varios perfiles de ADN, que un especialista forense de la acusación
reconoció como provenientes de al menos tres personas y, posiblemente,
de hasta diez individuos diferentes. Además, dos especialistas de la
acusación y uno de la defensa concordaron que el residuo no contenía
todos los elementos característicos de residuos de arma y, por lo tanto,
no podía decirse con certeza absoluta que emanaban de un arma de fuego.
Y, además, la chaqueta estaba completamente seca cuando fue recuperada,
a pesar de haber llovido fuertemente la noche del tiroteo.
Aproximadamente once meses después del tiroteo, la noche del Día de los
Enamorados, un hombre, cuyo propio padre dijo después que se trataba de
un “mentiroso compulsivo” y un “Walter Mitty”[1], entró en contacto con
la policía y dijo que me vio aquella noche usando una chaqueta “verde”
del ejército cerca de donde el policía fue baleado. Durante el
interrogatorio, el supuesto testigo, que fue referido como Testigo M,
negó que le hubieran recetado gafas. No obstante, una receta descubierta
por la defensa mostró que M necesitaba gafas debido a miopía y astigmatismo. Un oftalmólogo de la acusación concluyó que alguien con la
condición de M no sería capaz de identificar características faciales
más allá de ocho yardas [7,3 m]. Las mediciones mostraron que la
distancia desde la cual M afirma haberme visto era superior a 16 yardas.
Además, la compañera de M, que él afirma estaba en su compañía, no
confirmó la versión de los hechos. También se supo que M contactó a la
policía alcoholizado y que ya había recibido tratamiento por problemas
psicológicos. M también se benefició financieramente con su prueba,
incluso con una recompensa de 50.000 libras esterlinas del diario The
Sun.
El último elemento del caso decía respecto de un GPS instalado en el
automóvil de John Paul. Él mostró que su coche, en realidad, estaba
estacionado en un condominio a aproximadamente 250 m del incidente.
También se reveló que los datos relativos al movimiento del coche tras
el tiroteo fueron misteriosamente apagados por soldados británicos no
identificados.
John Paul y yo fuimos culpados de asesinato bajo la doctrina de acción
conjunta[2] (joint enterprise doctrine) y ningún papel específico fue
atribuido a ninguno de nosotros. Recibí una pena de 25 años, mientras
John Paul está cumpliendo pena de 18 años.
En la prisión, recibí una carta a la cual respondí y, a partir de esta
correspondencia, una linda amistad y amor florecieron. Un años atrás me
casé con Siobhán, que dirige la campaña de mi familia por la justicia.
Huyo de la rutina diaria de la prisión con el estudio, y estoy a mitad
de camino de un diploma de una universidad de enseñanza a distancia; voy
al gimnasio todos los días y también toco la guitarra. La campaña por
los Dos de Craigavon atrajo un apoyo generalizado y fue originalmente
llevada adelante por el fallecido Gerry Conlon, uno de los Cuatro de
Guildford[3].
Actualmente, mi caso está siendo revisado por la CCRC (Comisión de Revisión de Casos Criminales).
Les estoy pidiendo a ustedes que ayuden a divulgar este error judicial
contra nosotros. Injusticia para uno es injusticia para todos. Visite la
página del Facebook “The C 2”, que mi esposa administra, para obtener
más informaciones.
Atentamente.
Brendan McConville
Para firmar por la libertad de los “Dos de Craigavon”:
https://www.change.org/p/ccrc-the-craigavon-2-deserve-justice-now?recruiter=110931870&utm_source=share_petition&utm_medium=copylink&utm_campaign=share_petition&utm_term=share_petition
[1] Referencia al personaje del filme La Vida Secreta de Walter Mitty.
[2] Jurisprudencia de la justicia británica por la cual una persona puede ser condenada por los crímenes de otra, si fuera probado que ella tenía conocimiento y concordaba con tales crímenes.
[3] Los Cuatro de Guildford se refiere a los jóvenes de entre 17 y 25 años que fueron erróneamente condenados en 1975 por hacer atentados con bombas en pubs, bajo las órdenes del IRA (Ejército Republicano Irlandés).
Artículo publicado originalmente en inglés, en Socialist Voice n.° 30, enero/febrero de 2018.-
Traducido al castellano por Natalia Estrada.
Artículo publicado en castellano por la Liga internacional de los Trabajadores - cuarta internacional.
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