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martes, 6 de noviembre de 2012

Cine del conflicto

HUNGER

Director: Steve McQueen

Reparto: Michael Fassbender (Bobby Sands), Liam Cunningham (Padre Dominic Moran), Liam McMahon (Gerry Campbell), Stuarta Graham (Raymond Lohan), Brian Milligan (Davey Gillen), Helen Madden (Madre de Sands), Desd McAleer (Padre de Sands).

Una película que personalmente considero imprescindible para adentarse en uno de los acontecimientos históricos que marcaron el devenir reciente de los Seis Condados.
Cruda, directa, angustiosa, cada imagen te marca, te desgarra, te llega, la música y los diálogos son secundarios, lo importante es el mensaje visual.
Desde 'El norte de Irlanda' es una de las películas que recomendamos.

Reseña de Rosario Puga:

Del realizador británico Steve McQueen. El film narra de una manera enteramente nueva la historia de Bobby Sands. Se trata una película excepcional, no sólo por la calidad de su puesta en escena sino por la óptica profundamente política que propone.

El trabajo de McQueen se ha instalado en el cruce de las instalaciones audiovisuales y el desarrollo de historias de formato narrativo más extendido. En Hunger continua con la propuesta de poner el cuerpo en el centro de la representación, algo que ya había hecho en sus exitosas instalaciones que relatan cuerpos disimiles, dispuestos en el espacio para la contemplación de diferentes dinámicas. En el caso del film se trata de la conversión del cuerpo en arma de lucha.
La narración tiene tres líneas narrativas, todas organizadas desde la representación de los cuerpos en lucha. La narración multiplica las perspectivas poniendo la huelga de hambre como resultado de una escalada que primero tuvo los desechos biológicos y la desnudez como herramienta. Además incluye la tragedia de los carceleros que se vuelven blancos de la lucha armada en la misma medida que extreman el castigo a los prisioneros.
La genialidad del film esta en la frontalidad con que encara cada uno de los tópicos. En su construcción visual no hay nada de apología o visiones moralizantes, lo que se nos obliga a ver es el choque de los cuerpos como expresión esencial de toda la lucha. Por supuesto que los resultados están determinados por el notable desempeño del elenco, en el que sobre sale el protagonista, interpretado por el actor alemán/irlandés Michael Fassbender (muy en boga por estos días por su desempeño en XMEN ), quien da cuenta de su extraordinario talento en todo el film y especialmente en la secuencia de diálogo con el sacerdote, donde perfila su determinación de ir a la huelga final. En esa secuencia Mcqueen opta por una cámara frontal que nos obliga literalmente a ser testigos.
En todo el film la composición visual es muy limpia y juega con fondos blancos y colores fríos, al servicio del centro de los cuerpos en la textura del infierno carcelario.
Obviamente al realizador le interesa el hombre pero también le resulta determinante el discurso sobre la pertenencia que gatilla el fin.
Sands es finalmente un soldado y su adhesión a la causa independentista puede ser tildada de fanatismo, pero en este film hay una reivindicación de la porfiada pureza de su pasión por su tierra.
La reflexión propuesta en esta dolorosa -y magistral- película adquiere una dramática vigencia por razones obvias y porque la lucha por la tierra y la libertad esta pulsando entre nosotros.
Hoy más que nunca tenemos necesidad de reflexionar sobre el móvil de los “combatientes” porque hemos aprendido amargamente que aquello de “todas las formas de lucha” debe ser discutido, históricamente discutido.
Reseña de Sandra M.Rios:

Su personaje principal, Bobby Sands, ha sido un hombre considerado héroe pero ni siquiera su muerte tras siete meses de aguantar hambre en la prisión de Maze y ser nombrado entre tanto, miembro del Parlmento, le quitaron el velo de ser considerado por otros, un villano.
La película narra los acontecimientos que cambiaron la historia política de Irlanda tras la Huelga de Hambre de 1981 que duró 7 meses (del 01 de Marzo al 07 de Octubre) y provocó la muerte de 10 hombres prisioneros republicanos, algunos del P.I.R.A. (Ejército Republicano Irlandés) y del INLA (Ejército de Liberación Nacional Irlandés), entre ellos el mencionado líder (Bobby). Son dos movimientos que tras su ideario político, terminaron aceptando incluso, la lucha armada.
El conflicto inicia tras perder el beneficio de presos políticos por lo que se ven obligados a tomar una serie de medidas extremas para recuperar su estatus y que contemplaron acciones como: no ponerse ropa de prisioneros, quedarse desnudos, hacer las necesidades en su celdas (conocida como huelga sucia) y finalmente la huelga total de hambre. Por supuesto, el gobierno comandado por la Primera Ministra de aquel entonces, Margaret Thatcher, asumió, desde su postura, la aplicación de la mano dura ejerciendo presión a través de un trato inhumano y aceptando la muerte de los mismos.
La lucha de un ideario y la mano dura de una fuerza política avallasadora es lo que deja esta historia triste donde la esencia, es decir, la humanidad, queda rezagada casi que por completo.
Lo maravilloso de este film es que le apuesta a las imágenes y no a la música o los diálogos largos y pesados para recrear este hecho histórico. Hacia la mitad del film y luego de una serie de imágenes desgarradoras, McQueen, su director, se reserva una escena de casi 15 minutos, grabada en una sola toma, en donde el protagonista muy bien interpretado por Michael Fassbender (Fish Tank) entabla una contundente charla con el padre Dominic Moran (Liam Cunningham), que sencillamente sinteza todo el sentido de esta historia.
Hunger es una película dura, soberbia y escalofriante y no por eso pierde una belleza estética impactante. Steve McQueen hace un trabajo excepcional en la dirección y Michael Fassbender hace un trabajo que lo lleva a una transformación de admirar.

2 comentarios:

Juarkord dijo...

Casualidad, justo la vi la semana pasada.

La película como película en si me parece fantástica. Transmite perfectamente de manera contemplativa todo el sacrificio de las huelgas. Con la lentitud que está contada se nota totalmente el tedio y el sufrimiento que debe ser la vida en la carcel. Y es interesante también el trato de los carceleros y su "doble vida".

Pero para mi tiene una gran pega. Se queda corta con los eventos políticos que ocurrieron en la calle durante las huelgas. Viéndola sin saber nada sobre el tema creo que no dejaría al espectador en la posición de comprender bien todo lo que pasó. Cuando llega el final y se remata con un texto sobreimpreso en la pantalla, a mi me dejó la sensación de que me faltaba algo. Esa es mi impresión.

Alias dijo...

Sí, es cierto que no trata lo que sucedía en las calles, pero bueno, se centra de una manera muy buena en lo que ocurria en prisión. Y lo hace de una manera más que aceptable haciendo que te envuelva el ambiente denso y de larga agonía.

Un saludo Juarkord.