La jornada de ayer solo se puede calificar como un éxito publicitario y personal para la reina inglesa y sus seguidores. Ciertamente Cork, la antaño Rebel Cork, uno de los más fuertes bastiones republicanos durante la lucha por la independencia de Irlanda del Reino Unido, ha sido ayer un terreno poco hostil a la reina inglesa.
Fotos de :Workers Solidarity Movement, BBC, UTV, RTÉ, Belfast Telegraph , getty Images , Indymedia y una foto de un republicano que estuvo en Cork.
De entre todos los gestos de la jornada, destaca uno sobre todo, se produjo cuando la reina visitaba por la mañana las ruinas de un castillo conocido como la "Roca de Cashel" y la "Roca de San Patricio", en Cashel, condado de Tipperary.
En ese momento estrechó su mano con la del alcalde local, miembro del Sinn Féin.
"Solo le estreché la mano. Le dije 'bienvenida a Cashel Su Majestad y espero que disfrute su visita', eso fue todo, ni más ni menos", dijo Michael Browne, el primer dirigente del Sinn Féin que saluda a un monarca británico.
Tras esto, un portavoz del Sinn Féin en Tipperary afirmó hoy que la posición del partido sigue siendo la misma, que es una visita prematura, al tiempo que se declaró, en nombre de sus compañeros, "sorprendida" por la actitud del alcalde, sobre todo, añadió, después de que Browne firmase recientemente un texto rechazando la visita al citado castillo.
Posteriormente, la reina, esta vez sí, pudo caminar por una calle irlandesa y acercarse a las personas (entre ellas muchos escolares ataviados con camisetas de bienvenida) que le esperaban tras las vallas y decenas de policías.
Ocurrió en Cork, después de visitar el famoso "English market", uno de los más antiguos del mundo, cuya actividad se remonta a 1788.
Aunque no estaba anunciado, la reina y su esposo salieron a pie del mercado para acercarse a la gente e intercambiar saludos con algunos de los presentes.
Algunas fuentes hablan de unas 30.000 personas en las calles de la ciudad para tratar de ver a la reina.
Acabado el periplo, la reina y su esposo Felipe, duque de Edimburgo se fueron a primera hora de la tarde, desde el aeropuerto de Cork a Londres, no sin antes decir que les gustaría volver de visita nuevamente a Irlanda.
En el apartado de las protestas, destacar que hubo una pequeña concentración organizada por el propio SF en Cashel (en la foto de arriba a la izquierda) y otra, también convocada por el SF en Cork bajo el lema de "Rebel Cork not Royal Cork", a medio camino entre una protesta y un acto de folclóre con baladas republicanas y un buena organización. A esta concentración se sumaron más tarde miembros del 32CSM, IRSP, anarquistas del Workers Solidarity Movement y republicanos y socialistas independientes. Lo destacable sería, en este caso , la unidad de acción republicana.
Hubo algún conato de enfrentamiento que no paso a mayores. Entre todos los grupos habría menos de 500 personas (Cork es una ciudad con menos población que Dublín, y las protestas proporcionalmente no han sido menores que las de la capital), de entre las cuales destacaba la presencia de algunos ciudadanos extranjeros.
En esta ocasión hay que reconocer que el peso de las protestas en los dos sitios lo ha llevado también el SF, aunque la militancia en las calles contrastara con algún dirigente dando la mano a la reina inglesa.
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