El pasado 8 de noviembre el Taoiseach Simon Harris convocó elecciones anticipadas para el próximo viernes día 29. Esta decisión se esperaba tras el buen resultado de su partido conservador Fine Gael en las elecciones europeas y locales de junio, con el que Harris se habría consolidado en el cargo, y también por la crisis en que parece sumido su principal rival, el izquierdista Sinn Féin de Mary Lou McDonald.
Se elegirán un total de 174 Teachta Dála (TDs) en 43 circunscripciones de entre 3 y 5 escaños. La reciente reforma electoral de 2023 ha incrementado el número de circunscripciones en cuatro y el número de TDs en catorce, por lo que la 34ª Dáil Éireann será la más grande de la historia de Irlanda.
Todas las encuestas coinciden en que será el conservador Fine Gael quien encabece el escrutinio, con entre el 25 y el 22% (según las publicadas la última semana), por delante del socio de gobierno, el liberal Fianna Fáil de Micheál Martin, y el líder de la oposición, el Sinn Féin, que se disputan la segunda plaza con entre el 20 y el 18%. A distancia aparecen los partidos minoritarios: en torno al 5% están Socialdemócratas, el Partido Laborista y Aontú (nacionalista antiaborto), en torno al 3% los Verdes (socio minoritario del Gobierno FG-FF) y con un punto menos la coalición People Before Profit-Solidarity (trotskista) y aún más abajo el derechista Independent Ireland (antiinmigración).
Recordemos que en las elecciones del 8 de febrero de 2020 inesperadamente el SF fue la fuerza más votada y hubiera obtenido 10 escaños más de haber presentado más candidatos, por eso no pudo formar gobierno y lo hicieron en coalición contra natura los antiguos enemigos FF y FG, los dos partidos que han caracterizado el sistema político bipartidista de la Irlanda del siglo XX. Y desde entonces hasta el pasado mes de mayo, el Sinn Féin de Mary Lou McDonald ha venido encabezando las encuestas (llegando a estimar su respaldo en un 35% en mayo de 2023). Sin embargo, el cambio de liderazgo en el Fine Gael y de primer ministro y la campaña electoral de junio marcaron un cambio de tendencia, frenando el auge de la izquierda y consolidando al conservador Simon Harris al frente del gobierno.
Por cierto, comparando los porcentajes que auguran las encuestas, el SF, aunque lejos del 24% que logró en las anteriores elecciones generales, recuperaría bastante terreno respecto a las locales de junio donde se tuvo que conformar con el 11%. Un 20% ahora le borraría toda esperanza de gobernar en este momento, pero consolidaría buena parte del crecimiento experimentado en los últimos cuatro años.
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