Éirígí recuerda los sucesos en torno a 'Los 7 magníficos'

Éirígí.- Tal día como hoy en 1972, tuvo lugar una audaz fuga republicana del barco prisión de Maidstone. Siete prisioneros del Ejército Republicano Irlandés: James Bryson, Tommy Tolan, Thomas Kane, Martin Taylor, Tommy Gorman, Peter Rodgers y Seán Convery escaparon del barco que estaba amarrado en los muelles de Belfast en ese momento.  

En 1971, el Maidstone se convirtió en un barco prisión para albergar a los republicanos que habían sido internados por el estado británico. En enero de 1972, el barco visitante 'Hartland Point' amarró junto a The Maidstone, uniendo sus cables a la proa del barco adyacente. Finalmente, el barco se movió, aunque estos cables no se movieron, sino que se dejaron colgando fuera del ojo de buey del barco de prisioneros. Cuando esto se confirmó, se puso en marcha un plan de escape.  

El 17 de enero, cuando oscurecía, siete prisioneros, con los rostros ennegrecidos con betún para botas y los cuerpos untados con mantequilla para ayudar a protegerlos del frío, salieron por un ojo de buey y usaron los cables colgantes para deslizarse hacia el agua. Luego, los fugitivos corrieron a través del alambre de púas circundante, sufrieron cortes menores y nadaron hacia la libertad. 

Los hombres tardaron veinte minutos en el agua helada para llegar a la orilla.  

Cuando los hombres finalmente salieron del agua, se encontraron a casi 500 metros del lugar que habían acordado previamente con sus camaradas de la Brigada de Belfast para reunirse. Pero sus camaradas se fueron, temiendo que el intento de fuga fuera un fracaso. 

 Frío helador, vestidos solo con calcetines y calzoncillos y en un área fuertemente unionista: los fugitivos estaban solos. Los hombres finalmente se encontraron con un automóvil y se apretujaron dentro para sopesar sus opciones. Los fugitivos pronto decidieron apoderarse de un autobús de un depósito cercano y cruzar la ciudad.  

Vistos por una patrulla del ejército británico, los hombres fueron seguidos hasta que llegaron al área de Markets de Belfast cuando la patrulla se dio la vuelta por temor a una emboscada.  

Al llegar a la zona, los fugitivos entraron en un bar y declararon a los sorprendidos clientes que acababan de escapar del barco prisión de Maidstone.  

Inmediatamente, los lugareños ofrecieron a los hombres ropa de todas las formas y tamaños, ¡un hombre incluso les dio las llaves de su coche! Antes de que el ejército británico pudiera siquiera comenzar una búsqueda, los hombres fueron llevados a casas seguras en todo Belfast.  

Horas más tarde, y para gran diversión de muchos de los que miraban, incluidos los propios fugitivos, el coronel Tony Budd de la Royal Horse Artillery apareció en la televisión para asegurar a la gente que no había ocurrido tal escape.