Es un espectáculo de luces prehistórico que lleva produciéndose a la misma hora y en la misma fecha desde hace 5000 años. Llega el solsticio de invierno a Newgrange y contamos la increíble historia de su descubrimiento.
Es hora de ser brutalmente honestos: Irlanda no es famosa por sus horas de sol. "Cuéntame algo que no sepa", estarás pensando.
Pero cuando el sol sale en Irlanda, lo valoramos muchísimo. No hay más que fijarse en Newgrange, la mega-estrella megalítica del Condado de Meath y el valle del Boyne, donde el amanecer invernal es mucho más que un simple amanecer invernal.
Descrita por un periodista como "ingeniería de la Edad de Piedra, de 5000 años de antigüedad", la tumba de corredor de Newgrange no es la típica "última morada". Para empezar, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Es más antigua que las pirámides de Giza en Egipto y que Stonehenge en Gran Bretaña.
Como descubrieron el Profesor M.J. O'Kelly y su esposa Claire, la tumba está dedicada además a una de las celebraciones esenciales del mundo precristiano: el solsticio de invierno.
La historia del trascendental descubrimiento de los O'Kelly no empieza de la forma más espectacular del mundo. De hecho, todo empezó de forma inocente como una anécdota local que ambos escucharon mientras excavaban en Newgrange a finales de la década de 1960 (un trabajo que supervisaron durante 14 veranos).
La espiral triple en la piedra que se encuentra en la cámara interior de Newgrange, decían los lugareños, se iluminaba con el sol naciente sólo una vez al año. Pero aunque muchos aseguraban que ocurría, nadie lo había presenciado. Hasta que...
¡Que se haga la luz!
21 de diciembre de 1967: en el santuario interno de la tumba de corredor de Newgrange, el Profesor M.J. O'Kelly ve cómo un rayo de pálida luz invernal atraviesa el techo en bóveda escalonada de la entrada principal, trasladándose a lo largo del corredor hasta inundar la cámara con un místico brillo dorado.
Fue el primer solsticio de invierno presenciado por alguien en Newgrange en más de 5000 años.
Un asunto de familia
Desde entonces ha crecido enormemente el interés por el fenómeno del solsticio en Newgrange y hoy en día se reúne muchísima gente en la entrada cada año para poder verlo. Los pocos afortunados a los se permite el acceso a la cámara funeraria son elegidos mediante un sorteo. La gente viaja desde todo el mundo para poder estar ahí, si tienen la suerte de ganar el sorteo.
Eve O'Kelly, hija de los O'Kelly, ha sido una de los afortunadas.
"Es una experiencia muy especial y espiritual", cuenta Eve. "Brille el sol o no, estar presente en Newgrange durante el solsticio de invierno para señalar el cambio de año, y el regreso del sol tal y como ocurría hace 5000 años es algo muy especial".
"Para los próximos miles de años"
No es de extrañar, como atestigua Eve, que presenciar algo tan espectacular de nuestra antigüedad inspire una renovada sensación de respeto por nuestros ancestros.
"Es bastante sobrecogedor pensar que nuestros ancestros irlandeses tuvieran tantos conocimientos de ingeniería y astronomía, y que fueran capaces de construir algo cuya estructura se mantiene sólida y que seguirá recibiendo los rayos del sol una vez al año durante los próximos miles de años".
Como decíamos, puede que en Irlanda no brille mucho el sol, pero cuando lo hace... (artículo de ireland.com).
Es hora de ser brutalmente honestos: Irlanda no es famosa por sus horas de sol. "Cuéntame algo que no sepa", estarás pensando.
Pero cuando el sol sale en Irlanda, lo valoramos muchísimo. No hay más que fijarse en Newgrange, la mega-estrella megalítica del Condado de Meath y el valle del Boyne, donde el amanecer invernal es mucho más que un simple amanecer invernal.
Descrita por un periodista como "ingeniería de la Edad de Piedra, de 5000 años de antigüedad", la tumba de corredor de Newgrange no es la típica "última morada". Para empezar, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Es más antigua que las pirámides de Giza en Egipto y que Stonehenge en Gran Bretaña.
Como descubrieron el Profesor M.J. O'Kelly y su esposa Claire, la tumba está dedicada además a una de las celebraciones esenciales del mundo precristiano: el solsticio de invierno.
La historia del trascendental descubrimiento de los O'Kelly no empieza de la forma más espectacular del mundo. De hecho, todo empezó de forma inocente como una anécdota local que ambos escucharon mientras excavaban en Newgrange a finales de la década de 1960 (un trabajo que supervisaron durante 14 veranos).
La espiral triple en la piedra que se encuentra en la cámara interior de Newgrange, decían los lugareños, se iluminaba con el sol naciente sólo una vez al año. Pero aunque muchos aseguraban que ocurría, nadie lo había presenciado. Hasta que...
¡Que se haga la luz!
21 de diciembre de 1967: en el santuario interno de la tumba de corredor de Newgrange, el Profesor M.J. O'Kelly ve cómo un rayo de pálida luz invernal atraviesa el techo en bóveda escalonada de la entrada principal, trasladándose a lo largo del corredor hasta inundar la cámara con un místico brillo dorado.
Fue el primer solsticio de invierno presenciado por alguien en Newgrange en más de 5000 años.
Un asunto de familia
Desde entonces ha crecido enormemente el interés por el fenómeno del solsticio en Newgrange y hoy en día se reúne muchísima gente en la entrada cada año para poder verlo. Los pocos afortunados a los se permite el acceso a la cámara funeraria son elegidos mediante un sorteo. La gente viaja desde todo el mundo para poder estar ahí, si tienen la suerte de ganar el sorteo.
Eve O'Kelly, hija de los O'Kelly, ha sido una de los afortunadas.
"Es una experiencia muy especial y espiritual", cuenta Eve. "Brille el sol o no, estar presente en Newgrange durante el solsticio de invierno para señalar el cambio de año, y el regreso del sol tal y como ocurría hace 5000 años es algo muy especial".
"Para los próximos miles de años"
No es de extrañar, como atestigua Eve, que presenciar algo tan espectacular de nuestra antigüedad inspire una renovada sensación de respeto por nuestros ancestros.
"Es bastante sobrecogedor pensar que nuestros ancestros irlandeses tuvieran tantos conocimientos de ingeniería y astronomía, y que fueran capaces de construir algo cuya estructura se mantiene sólida y que seguirá recibiendo los rayos del sol una vez al año durante los próximos miles de años".
Como decíamos, puede que en Irlanda no brille mucho el sol, pero cuando lo hace... (artículo de ireland.com).
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