La Sección Especial del PSNI usaron un par de tarjetas de regalo de compras en un intento de convertir a un activista de Fermanagh en un informante, en lo que parece dejar ver como un aumento de la actividad de espionaje ante las conmemoraciones republicanas.
Sharon Boyle dijo que dos detectives le entregaron tarjetas de regalo para las tiendas Next y Asda, valoradas en 150 libras cada una de ellas, después de que ella fue abordada en su casa en Enniskillen el mes pasado.
La activista trabaja con una pequeña organización política republicana en la zona. Boyle, que es conocida y ha sido una víctima frecuente del acoso del PSNI, acababa de regresar de llevar a sus hijos a la escuela cuando fue abordada por dos agentes fuera de su casa.
Comprendió que los hombres del PSNI querían hablar con ella sobre un miembro de la familia y los dejó entrar. Después de entrar en la casa de la familia, uno de ellos dijo que podía ayudar a poner fin a los registros a los que había sido sometida. También le preguntaron acerca de otros miembros del grupo con el que ella estaba involucrada, y sobre proporcionar información de un republicano de Belfast.
"Dije que no sé de qué estban hablando y que no tendía información que dar".
Boyle dijo que se sorprendió cuando uno de los hombres del PSNI sacó las tarjetas de regalo.
"Cuando se iban me dieron los vales", dijo. "Él dijo que yo, siendo una madre sola estoy limitada para estar luchando y que es algo que no es fácil."
Sharon Boyle dijo que dos detectives le entregaron tarjetas de regalo para las tiendas Next y Asda, valoradas en 150 libras cada una de ellas, después de que ella fue abordada en su casa en Enniskillen el mes pasado.
La activista trabaja con una pequeña organización política republicana en la zona. Boyle, que es conocida y ha sido una víctima frecuente del acoso del PSNI, acababa de regresar de llevar a sus hijos a la escuela cuando fue abordada por dos agentes fuera de su casa.
Comprendió que los hombres del PSNI querían hablar con ella sobre un miembro de la familia y los dejó entrar. Después de entrar en la casa de la familia, uno de ellos dijo que podía ayudar a poner fin a los registros a los que había sido sometida. También le preguntaron acerca de otros miembros del grupo con el que ella estaba involucrada, y sobre proporcionar información de un republicano de Belfast.
"Dije que no sé de qué estban hablando y que no tendía información que dar".
Boyle dijo que se sorprendió cuando uno de los hombres del PSNI sacó las tarjetas de regalo.
"Cuando se iban me dieron los vales", dijo. "Él dijo que yo, siendo una madre sola estoy limitada para estar luchando y que es algo que no es fácil."
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