Desde Innisfree nos descubren este poema de Mariano Calvo Haya; Se trata del poeta cántabro Mariano Calvo Haya, que recientemente ha recitado en La Surada Poética, organizada en Santander por La Vorágine Cultura Crítica, este sensacional poema dedicado al norte de Irlanda.
En su blog La nube en la boca el poeta explica de dónde surgen estos versos:
En 1998 viajé por segunda vez a Irlanda. Fuimos hacia el norte por toda la costa oeste. Volvimos a Dingle, volvimos a Galway, volvimos a Donegal y llegamos a Derry. Allí visitamos el barrio del Bogside, bastión republicano donde sucedieron muchos años antes los desgraciados asesinatos del Domingo Sangriento.
A las afueras del Bogside, en una loma, hay un cementerio. Aquel día unos niños jugaban entre las tumbas. Y allí nació este poema…
LOS DELFINES DEL BOGSIDE
Mariano Calvo Haya
Es hermoso ser un delfín en el Bogside,saltar sobre las flores,
ensuciarse con el fango,
jugar a los comanches
entre las cruces del camposanto.
(Si no fuera por mi madre,
las cuentas del rosario
para la memoria doliente
de mi padre o de mi hermano)
Cada calle un muro,
cada muro una afrenta.
(Nunca olvida este barrio a sus muertos)
Es hermoso escaparse de la escuela,
saltar sobre las flores,
mancharse con el fango,
hacer gestos obscenos
a los bastardos de la otra ladera.
(Si no fuera por los gritos…
y tantas y tantas banderas)
En este cementerio
sembrado de símbolos de piedra.
En su blog La nube en la boca el poeta explica de dónde surgen estos versos:
En 1998 viajé por segunda vez a Irlanda. Fuimos hacia el norte por toda la costa oeste. Volvimos a Dingle, volvimos a Galway, volvimos a Donegal y llegamos a Derry. Allí visitamos el barrio del Bogside, bastión republicano donde sucedieron muchos años antes los desgraciados asesinatos del Domingo Sangriento.
A las afueras del Bogside, en una loma, hay un cementerio. Aquel día unos niños jugaban entre las tumbas. Y allí nació este poema…
LOS DELFINES DEL BOGSIDE
Mariano Calvo Haya
Es hermoso ser un delfín en el Bogside,saltar sobre las flores,
ensuciarse con el fango,
jugar a los comanches
entre las cruces del camposanto.
(Si no fuera por mi madre,
las cuentas del rosario
para la memoria doliente
de mi padre o de mi hermano)
Cada calle un muro,
cada muro una afrenta.
(Nunca olvida este barrio a sus muertos)
Es hermoso escaparse de la escuela,
saltar sobre las flores,
mancharse con el fango,
hacer gestos obscenos
a los bastardos de la otra ladera.
(Si no fuera por los gritos…
y tantas y tantas banderas)
En este cementerio
sembrado de símbolos de piedra.
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