Después
de un lento recuento de votos, comienzan a mostrarse los resultados
(casi) definitivos de las elecciones generales irlandesas que se
celebraron el viernes, 29 de diciempre, para renovar su parlamento, Dáil
Éireann, compuesto por 174 diputados, que apuntan a que los irlandeses
han votado a favor de un continuismo en el sistema que mantiene casi un
empate en las preferencias de los tres grandes partidos, aunque con
algunos matices.
El liberal-demócrata, Fianna Fáil (FF),
fundado por el primer presidente de la República, Éamon de Valera, en
1926, como una escisión del Sinn Féin opuestos al Tratado Anglo-Irlandés
de 1921, y orientado hacia el centroderecha, y que está liderado por el
actual ministro de exteriores, Micheál Martin, ha logrado un victoria
pírrica con el 21.9%, apenas tres décimas por debajo del porcentaje
conseguido en las anteriores elecciones, pero con un incremento de once
escaños, hasta los 48 diputados. El FF gana en voto popular, a pesar de
haber perdido algo más de tres mil votos -los resultados provisionales
le dan en torno a los 481.000 papeletas- y todo apunta a que tendrá
repetir la coalición de gobierno actual, aunque con la incógnita de cual
será el tercer socio, de lo que hablaremos más adelante.
El eterno rival del FF, con el que está condenado a entenderse, el democristiano Fine Gael
(FG), fundado en 1933 e identificado en su origen con el histórico
Michael Collins -y por lo tanto con el bando que defendía el Tratado
anglo-irlandés durante la guerra civil irlandesa- y al que pertenece el
actual jefe de gobierno o Taoiseach, Simon Harris, es la segunda fuerza
en voto popular, se ha mantenido prácticamente en el mismo porcentaje de
voto, el 20.8%, y aunque ha perdido también unos tres mil votos
-458.000 según los primeros resultados- ha ganado también tres escaño,
consiguiendo 38 diputados.
El Sinn Féin, el
partido que ha defendido la unificación de Irlanda desde que fue
fundado en 1905 por Arthur Griffith, y que ahora preside Mary Lou
McDonald, ganadora del voto popular en 2020, con una propuesta electoral
basada más en lo social, en especial en el problema de la vivienda, y
en la subida de impuestos a las grandes fortunas, y cuyo ascenso parecía
imparable, comenzó un
declive continuado con su postura ante la inmigración y el matrimonio
homosexual, aunque las recientes elecciones lo han confirmado en su
papel, ante la coalición FF-FG, de principal partido de la oposición. Aunque baja cinco puntos y medio, hasta el 19%, suma dos escaños, hasta los 39 diputados, y recuperándose del descenso de las últimas elecciones locales y europeas, a pesar de haber perdido más de cien mil votos con respecto a 2020.
Una de las sorpresas de estas elecciones ha sido el meteórico ascenso de los Socialdemócratas
de Holly Cairns, que casi duplican su número de votos, con más de cien
mil papeletas, obtienen el 4,8% de porcentaje, y pasan de 6 a 11 escaños. También el histórico Partido Laborista, fundado en 1912 por James Connolly, y que ahora lidera Ivana Bacik, ha superado los cien mil votos, y ha duplicado su presencia en el Dáil Éireann, subiendo de 6 a 11 escaños, con el 4.7%. El centroizquierda sumará 22 escaños en la cámara irlandesa, o 23, si sumamos al Partido Verde, que ha pagado caro su entrada en el gobierno de coalición.
Por su parte el derechista Independent Ireland, creado en 2023 por Michael Collins, alcanza el 3,6% de los votos, y entra en el parlamento con cuatro diputados, con un mensaje populista anti-inmigración.
El Pueblo antes que el lucro/Solidaridad, (People Before Profit/Solidarity, PBP/S), la formación trotskista que obtiene el 2.8%, baja de los 5 a los 3 escaños.
Mientras que la escisión anti-abortista del Sinn Feinn, liderada por Peadar Tóibín, Aountú, dobla su número de votos, hasta los 86.000, llega al 3,9%, y pasa de 1 a 2 diputados.
El gran perdedor de estas elecciones ha sido el Partido Verde
de Roderic O’Gorman, que pierde cien mil votos, sin duda por su labor
en el actual gobierno conservador, y pierde 11 escaños, quedando tan
solo con 1 diputado, y bajando del 7% al 3%. La
debacle de los verdes arroja dudas sobre el tercer socio del nuevo
gobierno de coalición, por lo que se especula con que tanto laboristas
como socialdemócratas puedan ser tentados a participar en un gabinete
dirigido por Micheál Martin.
Los candidatos independientes sumaran 16 escaños, con lo que también pueden servir para afianzar las mayorías gubernamentales.
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