"Existe la aceptación de que las personas en las organizaciones pueden hacer estas cosas que no forman parte del estado de derecho y se toma como algo normal" ha dicho Byrne.
Continuando, Bryne ha dicho: “considerando que todavía tenemos el Programa de Lucha contra el Paramilitarismo de 2015, considerando que todavía tenemos toda la arquitectura del conflicto aquí en 2021, no es una sorpresa. El hecho de que haya una madre y su hijo involucrados ha aumentado la atención, pero lamentablemente no es nada inusual.
Si miras las estadísticas de vivienda que se remontan a 20 años atrás, puedes ver el número de familias que han sido expulsadas de sus hogares debido a la intimidación de los paramilitares''.
“Debe preguntarse cuál es el punto de referencia. Para mucha gente es: ¿estamos mejor que hace 20 años? Definitivamente lo estamos. Lo que estamos descubriendo ahora es que se está volviendo más agudo y más específico geográficamente...''.
“Es fácil para la gente ver que las cosas están mejorando, pero en el otro nivel todavía tenemos paramilitares en comunidades donde la gente está siendo intimidada.
Debe haber un enfoque de ley y orden, pero también debe haber apoyo dentro de las comunidades para alentar a las personas a seguir un modelo de desarrollo comunitario y no apoyar el paramilitarismo. Este es un problema, pero es algo que se ha normalizado en estas áreas donde existen paramilitares”.
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