Durante el último festival de intolerancia del 12 de julio en los Seis Condados, una turba unionista quemó carteles de los diez huelguistas de hambre que fueron erigidos por activistas de Éirígí en Lurgan el mes pasado.
Éirígí en Lurgan erigió estos carteles para conmemorar a esos diez hombres valientes que dieron su vida en pos de una nueva República de Irlanda, donde todos los ciudadanos, independientemente de su raza, género, orientación sexual o religión serían tratados como iguales.
Al quemar los carteles de esos diez hombres, la mafia unionista solo reafirmó lo que representa el unionismo y el duodécimo.
El sectarismo, el racismo, el sexismo, la homofobia y el triunfalismo no se transforman en una cultura legítima después de veinte o trescientos años.
Una cultura del odio es atemporal.
En Éirígí continuaremos construyendo hacia una nueva República de Irlanda laica que tratará a todos los ciudadanos como iguales independientemente de su origen religioso.
Los unionistas que predican el odio, el miedo y la intolerancia solo pueden prometer odio, miedo e intolerancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario