ESTAR MUERTO
Estar muerto es dejar de creer
en las obras maestras que comenzaremos mañana;
ser un exilado es ser un cobarde,
saber que el crecimiento se ha parado,
que cualquier cosa hecha es el final;
corregir las pruebas una y otra vez,
reescribir viejos poemas una y otra vez,
mentirte acerca de tus logros:
diez libros impresos en las estanterías.
Aunque sabes que nadie te ama
por lo que has hecho,
sino por lo que podrías hacer.
Y tú quizás aceptas la religión con amargura,
a pesar de que te hacía reir en tu juventud,
Bueno, no es motivo de risa ahora,
pero no fue tu verdad propia.
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