Se ha culpado a la UDA de un contundente ataque de castigo en Bushmills, North Antrim, durante el cual un hombre fue clavado a una valla.
La UDA había lanzado amenazas anteriormente y había habido acusaciones de criminalidad contra personas por medio de pintadas en las paredes de la zona (borradas con inmediatez tras el ataque). En los exteriores de unos baños públicos había pintadas que se relacionan con este ataque en concreto.
En la agresión, un joven de unos 20 años fue descubierto con un clavo en cada mano empotrado en una valla. También sufrió heridas en la nariz y está siendo tratado en el hospital.
En el aparcamiento público cerca del parque Dundarave se prendió fuego a dos furgonetas, incluida una del herido.
Desde la TUV Jim Allister dijo: “Expreso mi consternación por el espantoso y cruel ataque llevado a cabo en el pueblo. Corresponde a las autoridades legales ocuparse de las infracciones de la ley. El gobierno de la mafia no tiene cabida en nuestra sociedad”.
El último incidente denunciado en el Norte en el que alguien fue clavado a una valla fue hace más de 20 años.
Harry McCartan, del oeste de Belfast, fue “crucificado” y le rompieron las piernas en un ataque en Seymour Hill, en las afueras del sur de Belfast, en 2002. Le clavaron dos clavos oxidados de quince centímetros en las manos y le golpearon en las piernas y la cara. También se pintaron paredes, acusando a McCartan de criminalidad (él siempre dijo que fue por ser católico).
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