Hace algo más de una semana un incendio provocado en un local comercial en la zona lealista de Sandy Row en Belfast fue descrito como un crimen de odio por motivos raciales.
Un padre de cuatro hijos ha contado su devastación después de que su negocio tecnológico fuera incendiado tras una campaña de acoso racista.
El hombre, a quien se le concedió asilo en el Norte después de escapar del conflicto civil en Sudán, dijo que el negocio que construyó de la nada ha sufrido una serie de ataques desde que se mudó a Sandy Row en abril.
Pero a pesar de sus peticiones de ayuda a los políticos locales, la comunidad y el PSNI, lo perdió todo cuando Bash Technology Services fue incendiado en las primeras horas de la mañana del viernes 18.
El dueño dijo a Belfast Live: “He tenido cuatro o cinco incidentes menores aquí desde que me mudé... un incidente en junio, dos en julio y dos en agosto. Este es el último porque tengo que mudarme”.
El negocio había sufrido anteriormente varias ventanas rotas, le robaron el letrero del exterior de su tienda y le arrojaron pintura a las puertas. Dijo que también “trajeron un contenedor de algún lado y lo quemaron frente a la puerta”.
Sin embargo, el último ataque a su tienda la dejó destruida y todo su stock destruido.
“Ahora soy parte de la comunidad. Mis hijos nacieron aquí y crecen aquí. El trabajo que he realizado para poner en marcha este negocio. Actualmente no hay ningún cibercafé''.
US Politics And The Abuse Of Language
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