La expresión democrática de la población de Cataluña debe ser respetada, ha dicho la diputada Michelle Gildernew (SF).
La diputada de Fermanagh - South Tyrone, en declaraciones anticipadas a una recepción para celebrar la Jornada Nacional de Cataluña, realizada por una delegación del gobierno catalán en Londres, dijo que el próximo ''referéndum de independencia'' debería ser respetado internacionalmente:
"El futuro de Cataluña debe ser decidido por el pueblo catalán. Aquellos que verdaderamente aprecian los principios de la democracia, no tienen nada que temer por que Cataluña tenga un referéndum de independencia. Cataluña tiene una sociedad cívica activa y comprometida a perseguir su autodeterminación a través de un referéndum popular''.
"El hecho de que un número significativo de catalanes hayan expresado repetidamente su deseo de votar sobre su futuro político significa que su referéndum el 1 de octubre debe ser aceptado internacionalmente como un imperativo democrático. El Gobierno español tiene la responsabilidad moral de respetar la legislación aprobada por la Generalitat de Catalunya. La administración de Mariano Rajoy debe entablar conversaciones significativas con los representantes catalanes para asegurar que la votación continúe, sin coacción''.
"Impedir que se lleve a cabo el referéndum, en contra de los deseos profesados por grandes sectores de la sociedad catalana y del gobierno elegido, sería una afrenta a los ideales democráticos''.
"Dejad que la gente de Cataluña exprese su opinión".
La diputada de Fermanagh - South Tyrone, en declaraciones anticipadas a una recepción para celebrar la Jornada Nacional de Cataluña, realizada por una delegación del gobierno catalán en Londres, dijo que el próximo ''referéndum de independencia'' debería ser respetado internacionalmente:
"El futuro de Cataluña debe ser decidido por el pueblo catalán. Aquellos que verdaderamente aprecian los principios de la democracia, no tienen nada que temer por que Cataluña tenga un referéndum de independencia. Cataluña tiene una sociedad cívica activa y comprometida a perseguir su autodeterminación a través de un referéndum popular''.
"El hecho de que un número significativo de catalanes hayan expresado repetidamente su deseo de votar sobre su futuro político significa que su referéndum el 1 de octubre debe ser aceptado internacionalmente como un imperativo democrático. El Gobierno español tiene la responsabilidad moral de respetar la legislación aprobada por la Generalitat de Catalunya. La administración de Mariano Rajoy debe entablar conversaciones significativas con los representantes catalanes para asegurar que la votación continúe, sin coacción''.
"Impedir que se lleve a cabo el referéndum, en contra de los deseos profesados por grandes sectores de la sociedad catalana y del gobierno elegido, sería una afrenta a los ideales democráticos''.
"Dejad que la gente de Cataluña exprese su opinión".
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