Hoy de la mano de
Sol Santander (autora del texto) e
Innisfree (donde se publicó el texto) vamos a recordar a una mujer pionera:
Kathleen Florence Lynn (1874–1955)
Si hubiera que definir a Kathleen Lynn con una palabra, sería pionera. Es una de las primeras graduadas en Medicina en Irlanda, logrando ser la primera de ellas en ejercer la cirugía. Durante el Levantamiento de Pascua de 1916 actúa como oficial médico del Ejército Ciudadano Irlandés y, después de retirarse de la política, es la fundadora del primer hospital infantil del país.
Kathleen Florence Lynn nació en Mullaghfarry (condado de Mayo) el 28 de enero de 1874. Hija de un ministro anglicano de la Iglesia de Irlanda, desde niña destacó por su inteligencia precoz, que le trajo un temprano éxito académico, así como por su interés en el folklore de la zona, especialmente las canciones que interpretaba con gran habilidad. Esta afición, siendo alumna del Alexandra Collegue de Dublín, la lleva a unirse a la Liga Gaélica dirigida por Douglas Hyde. A los 19 años ingresa en la Escuela de Medicina de la Royal University, siendo una de las primeras mujeres en ser admitidas en el Colegio de Cirujanos, que le confiere el título de médico en 1899. En esta etapa de su vida lleva a cabo su primera batalla en defensa de los derechos de la mujer; y la gana, convirtiéndose en la primera mujer en obtener licencia para ejercer la cirugía en Irlanda. Posteriormente, obtiene un título de postgrado en Estados Unidos, y trabaja como la primera mujer residente del Royal Victoria Eye and Ear Hospital.
En estos años, profundiza su participación en la vida cultural de Dublín, asociada al Renacimiento Gaélico, así como su militancia en organizaciones sufragistas, relacionándose con mujeres como Constance Markievicz, Maud Gonne y Hanna Sheehy-Skeffington. La conmoción que significó el Lockout de 1913 la acerca al movimiento sindical y al concepto de lucha de clases. Durante este conflicto conoce a James Connolly y organiza, junto a Constance Markievizc, el comedor popular que funcionó en Liberty Hall (sede de los Sindicatos), así como el servicio médico. Ese año, como respuesta a la represión sufrida por los sindicalistas a manos de las fuerzas policiales británicas durante el Lockout, se funda el Ejército Ciudadano Irlandés, del que Kathleen Lynn será nombrada capitán de su Cuerpo Médico. Ella organizó la recolección de suministros médicos y capacitó a sus miembros en primeros auxilios. También hace lo propio en Cumann na mBan, la organización femenina de apoyo a los Voluntarios Irlandeses. Allí conoce a Madeleine Ffrench–Mullen, que se convertiría en su pareja y en la principal colaboradora en todas sus iniciativas hasta su muerte en 1944. Ambas participan también activamente, como otras mujeres republicanas, en el tráfico de armas a favor de la causa irlandesa.
La mañana del Lunes de Pascua, James Connolly anuncia en Liberty Hall, que las fuerzas del Ejército Ciudadano Irlandés y de los Voluntarios Irlandeses se constituían en una única fuerza: el Ejército Republicano Irlandés. Connolly escogió a Kathleen Lynn como abanderada, para que portara la bandera del arado y las estrellas (“Starry Plough”) a la Oficina de Correos, pues en su opinión ella, por ser mujer, protestante, médica, sufragista (y una discreta aunque no oculta lesbiana), representaba el no sectarismo promulgado por la nueva República. Luego, junto a Constance Markievicz, distribuye el material para primeros auxilios en todas las guarniciones, trasladándose luego hacia el Ayuntamiento, donde había sido asignada. El lunes en la tarde muere el comandante de la guarnición, Sean Connolly por un disparo proveniente de los francotiradores ubicados en la Torre Bedford, del Castillo de Dublín, adyacente al Ayuntamiento. Kathleen, como oficial presente, asume el mando de la guarnición, logrando mantenerla hasta el día siguiente. Tras la rendición de la guarnición, pasa el resto de la semana en los cuarteles de Ship Street, y después de la rendición general de la insurrección, es trasladada junto al resto de los rebeldes encarcelados a la prisión de Kilmainham. El 10 de mayo de 1916 es trasladada a la cárcel de Mountjoy, para ser deportada a Inglaterra el 17 de mayo.
La familia de Kathleen realizó numerosas gestiones para sacarla de la cárcel y, gracias a la escasez de médicos a causa de la I Guerra Mundial, se le permitió asumir la misión médica en Bath, en el sur de Inglaterra. Más tarde se enteró de que su familia, como parte del alegato de la defensa, la había declarado loca por haber participado en el Levantamiento de Pascua, hecho que le afectó mucho en sus relaciones familiares durante un tiempo. Tras la amnistía de 1917, Kathleen volvió a la casa que ocupaba desde 1903, el número 9 de Belgrave Road, en Rathmines (por cierto, era una casa propiedad de la familia Plunkett), donde se dedicó a la práctica privada de la medicina. Ese año fue elegida miembro del Comité Ejecutivo del Sinn Féin, siendo activa en la Guerra de la Independencia. En esa época, su actividad política no se limitaba al nacionalismo, pues Kathleen encabezó una campaña nacional para la realización de pruebas de sífilis a los soldados que regresaban de la I Guerra Mundial, donde esta enfermedad tuvo alta incidencia. Dado que dicho problema, tal como argumentaba la misma Kathleen, afectaría sobre todo a las mujeres de los sectores más pobres de la ciudad, especialmente a las prostitutas, provocó un enconado enfrentamiento con las autoridades británicas. Por esa causa, fue detenida y amenazada con una nueva deportación, pero la aparición de la epidemia de la gripe española, que se cobró 18.000 muertos sólo en Dublín, hizo que el propio alcalde de la ciudad encabezara su petición de amnistía. Su familia, a pesar de no compartir sus opiniones políticas, se unió a la campaña para evitar una segunda privación de libertad. Al final, Kathleen prometió al rey no volver a involucrarse nunca en la política a cambio de su libertad. Vale decir que nunca cumplió esa promesa.
De hecho, participa en 1918 como activista en la campaña para la elección de Constance Markievicz como parlamentaria por el Sinn Féin en la primera Dáil. Junto a Hanna Sheehy-Skeffington, apoya el trabajo de Markievicz en el Ministerio del Trabajo y en el movimiento sindical. Tras participar en la Guerra de Independencia, Kathleen Lynn hizo pública su posición anti-Tratado, apoyando a las fuerzas de este bando durante la Guerra Civil. Tras la guerra, Kathleen es elegida parlamentaria de la Dáil en 1923. En 1926, cuando Eamonn de Valera abandona el Sinn Féin para fundar Fianna Fáil (un partido republicano que acepta ocupar sus escaños en la Dáil a pesar de la partición de Irlanda; ésa fue la causa de la escisión), estas tres mujeres le siguen con la intención de reivindicar los derechos de la mujer y su presencia y participación en la vida política del país. No obstante, el giro conservador del Fianna Fáil, junto a su percepción de que la visión de la mujer experimentaba un retroceso en el partido, motivó que Kathleen Lynn y Hanna Sheehy-Skeffington se retiraran del mismo. Constance Markievicz, por su parte, murió en 1927.
Abandonar Fianna Fáil significó su retirada de la vida política, como ella misma expresó en reiteradas ocasiones, aunque permaneció como miembro del Consejo Municipal de Rathmines hasta 1930. Kathleen se concentró entonces en su contribución a la medicina de su país. Fundó un hospital en 1919 con la ayuda de Madeleine Ffrench-Mullen para el tratamiento de los bebés menores de un año de edad. La tasa de mortalidad infantil en Dublín en ese momento era de 164 por cada mil nacidos, una de las más altas del mundo. Más tarde, se permitió que el hospital atendiera a niños mayores, convirtiéndose en el primer hospital infantil en Irlanda. St. Ultan´s fue un hospital revolucionario en varios sentidos: sólo contaba con personal femenino (con excepción del número de médicos consultantes necesarios para completar el staff), y en él convivían enfermeras católicas y protestantes; además, la mayoría del personal de enfermería y muchos de los médicos eran conocidos activistas republicanos. Por otra parte, el hospital fue pionero en la aplicación gratuita de la vacuna antituberculosa, la BCG, diez años antes de su aplicación extendida en Irlanda, y promovió también el trabajo de la pedagoga italiana María Montessori, que lo visitó en 1934 estableciendo una sala donde se aplicaba el “método Montessori”. También sirvió de plataforma para el trabajo de investigación de la Dra. Dorothy Pierce, especialista en tuberculosis infantil.
A pesar de la evidente importancia de estas aportaciones a la Medicina, St. Ultan´s y, por tanto, su directora Kathleen Lynn y su administradora Madeleine Ffrench–Mullen sufrieron todo tipo de ataques. Uno de los episodios más críticos fue el enfrentamiento con el obispo John Charles McQuaid, quien las acusó de “interferir con el deseo de Dios” cuando descubrió que en St. Ultan´s se explicaba a las mujeres el ciclo de la fertilidad. El obispo McQuaid también obstaculizó el uso de la vacuna BCG en este hospital. Hubo también varios litigios en relación a la administración de los recursos que el Hospital
recibía a través de donativos privados, incluso desde el extranjero. Sin embargo, en 1953 el hospital es visitado por el Ministro británico de salud en un reconocimiento a la unidad de tratamiento de tuberculosis y sus avances en el logro de la disminución de la incidencia de esta enfermedad en el país.
A pesar de su participación en el Levantamiento de Pascua y en la Guerra Civil, Kathleen era esencialmente una mujer profundamente religiosa y defensora de la paz. Fue Vicepresidenta de “Save the German Children”, una organización de ayuda para los niños alemanes durante la II Guerra Mundial. Incansable, humilde y siempre humanitaria, ella continuó trabajando como médico y dirigiendo personalmente el hospital hasta su muerte en 1955, cuando contaba 81 años.
Referencias usadas:
http://innisfree1916.wordpress.com/
http://1916enespanol.wordpress.com/