El director de Hamburgo se lanzó al largometraje con «El experimento». Fue, después, el primer alemán que narró los últimos días de Hitler en «El Hundimiento». Después de un fallido estreno en Hollywood, con «Five minutes of heaven» regresa a Europa para abordar la reconciliación en el Norte de Irlanda.
Itziar AMESTOY |
Oliver Hirschbiegel ha visitado Donostia con «Five minutes ofHeaven» (Zabaltegi) donde aborda la reconciliación de dos hombres, cada uno perteneciente a un bando del conflicto de Norte de Irlanda. El trabajo narra cómo un programa de televisión intenta reunir a un antiguo militante de UVF, que mató en su día a un joven católico, con el hermano de su víctima. Premiada a Mejor Director y Mejor Guionista en el Festival de Sundance, está basada en dos personajes reales, Joe Griffin y Alistair Little, aunque el encuentro no se ha producido nunca. En la pantalla, unos impecables y convincentes James Nesbitt y Liam Nesson dan vida a estos personajes
¿Que lleva a un alemán a dirigir una película sobre la reconciliación en el conflicto de Irlanda de Norte?
Me pidieron que leyera el guión y me encantó. Lo más atractivo es que aunque se base en Irlanda del Norte, es un tema universal, que se puede aplicar a más sitios donde haya un conflicto.
¿Qué opinión le merecen los programas de reconciliación: pueden ser útiles o remueven el pasado?
Es interesante el ejemplo de Sudáfrica. Esos programas en general han sido un fracaso; no hay respuestas fáciles como que se estrechen la mano y todo arreglado. Esto no funciona, porque hay mucho dolor por ambos lados. Lo que se necesita es una sociedad que genere un clima de reconciliación.
En la película hay un intento de convertir esos programas en un reality. ¿Es una crítica a la espectacularización?
No, no es una crítica abierta. En el rodaje, la gente tiene buenas intenciones. No funciona porque los protagonistas están delante de la cámara, con la gente mirando, con la gente de tu bando, del otro, esperando a ver cómo presentas el caso. En esa situación, empiezan a interpretar un papel, a actuar, no son cómo son. Lo ideal sería hacerlo en privado, por ejemplo, en grupos de tertulias, sin audiencia, sin cámaras de televisión, para que no haya presión.
Aunque la película se basa en dos personas reales, usted decidió no conocerles. ¿Por qué?
No quería conocer a los dos personajes reales principalmente antes de finalizar la película. Con el guión me gustaban los dos de la misma forma y no quería cambiarlo. Si los hubiera conocido, aunque fuera superficialmente, me hubiera involucrado emocionalmente y ya no hubiera sido neutral. Ellos dieron luz verde al proyecto y, a lo largo de todo el proceso, estaban constantemente viendo los cambios y aprobándolos.
¿Cómo acogieron el resultado final?
Hasta a nosotros nos sorprendió lo mucho que les gustó la película. Hay que reconocer el coraje que han demostrado, porque ambos son dos personajes muy conocidos en sus comunidades del Norte de Irlanda y no han tenido miedo de llevar su historia al dominio público. Están ayudando tanto a la gente de Irlanda como la del resto del mundo. también estoy orgulloso que los dirigentes del IRA y de la UVF están de acuerdo con que es el retrato más fiel del conflicto hasta la fecha.
¿Hubiera aceptado el proyecto sin el apoyo de Joe y Alistair?
No, por supuesto que no. Si hay algún problema de este tipo tienes que asumir la responsabilidad de discrepar. En este caso no hizo falta porque los dos dieron su aprobación desde el primer momento. Sí lo hubiera hecho sin la aceptación del IRA y UVF, porque es una historia humana de personas reales .
Echo de menos Belfast, me encanta y tengo ganas de volver. La próxima vez que vaya espero encontrarme con ellos. Será interesante verles ahora. Son héroes allí, y ¿por qué no? ¡yo también! Tengo ganas de verles, por separado eso sí.
¿No se ha dado un encuentro posterior real entre ellos?
No, y no hace falta, ¿para qué? Joe y Alistar se han encontrado por medio de esta películ. y todo lo que querían decir por un lado y por el otro se lo ha dicho por la película. Ya no tienen nada que hablar entre ellos.
Entrando en el lenguaje cinematográfico. Usa los espacios cerrados para atrapar al personaje, algo que también se aprecia en «El Hundimiento».
Es porque uso la cámara de 35 mm. y una película también de 35. Es como ver con los mismos ojos y da una visión amplia. En un sitio cerrado, ves todo, las esquinas y los detalles de las paredes y le da ese sentido de claustrofobia y agobio. Es una imagen más realista. Parece que estás observando de verdad la escena.
Después del intento de trabajar en Hollywood, ha vuelto a rodar a Europa...
Aquí es más divertido. Hay menos dinero, pero todo está más trabajado. La otra cara de la misma moneda es que en Hollywood, como hay mas presión, es más emocionante rodar. En un mundo ideal pondría dinero americano, pero rodado aquí. Son dos mundos y no quiero perderme ninguno.
Después del Norte de Irlanda, ¿se ve grabando una película sobre el conflicto de Euskal Herria?
La verdad es que no he visto ninguna película sobre el conflicto vasco. Cuando supe que iba a venir aquí, empecé a pensar en el conflicto, no en términos de hacer una película, sino reflexionando. No soy guionista, por lo que no puedo escribir. Pero si hubiera algún proyecto en el que estén los dos lados sí lo haría. Además, he prometido que aprenderé las dos lenguas; sí, también euskara.
«No he visto ninguna película del conflicto vasco. Si hubiera un guión en el que estén los dos bandos, lo haría. He prometido aprender las dos lenguas»
«Joe y Alistar se han encontrado por medio de esta película y todo lo que tenían que decir se lo han dicho aquí. Ya no tienen de qué hablar entre ellos»
Las proyecciones del Velódromo, que permiten disfrutar del cine en 3-D, incluyen hoy el estreno de «Oceanworld». Dirigido por Jean-Jacques y François Mantello, es el primer documental totalmente rodado en este formato.
El director Roland Emmerich y el actor John Cusack pasaron por Donostia con «2012», una cinta catastrofista de próximo estreno que recupera la profecía establecida en el calendario maya. Ayer, junto a Chiwetel Ejiofor, promocionaron la película.
En el que es la primera película de ficción del madrileño Miguel Ángel Jiménez, «Ori» ofrece una desoladora mirada a la vida de dos jóvenes georgianos tras la guerra que enfrentó a su país con Rusia hace poco más de un año. Presentada dentro de Zabaltegi-Nuevos directores, iba a ser un documental pero cuando Jiménez viajó con su equipo a Georgia para rodar, cesaron las hostilidades, con lo que se decidieron por una historia de ficción, que filmaron en apenas veinte días. GARA
2 comentarios:
Con la que está cayendo en Euskal Herria, lo raro es que la Audiencia Nacional no haya ordenado la detención de este director por decir que existe el conflicto vasco. Bueno, es tan surrealista el tema que los responsables del Festival de Cine de Donostia se sumaron a una concentración proagandistica que pedia democracia en Iran, con el beneplacito de todos los medios del regimen... en un territorio como Gipuzkoa en el que el 25 % de los votos son declarados nulos y hay cientpos de presos politicos. Vaya pelicula de miedo, tú... ahi si que tiene un reto este director, lo de aprender euskera le resultaría mas facil que poder contar sin censura el Estado de Excepción que vive Euskal Herria.
En breve pongo un artículo,sobre el "no" conflicto vasco,es curioso que a estas alturas se niegue que existe un conflicto vasco.
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