El Soldado F, quien niega todos los cargos, ha sido juzgado en el Tribunal de la Corona de Belfast por los asesinatos de los civiles católicos James Wray, de 22 años, y William McKinney, de 26.
Se encontraban entre las 13 personas que fueron asesinadas a tiros por el Regimiento Paracaidista durante una manifestación por los derechos civiles en la zona de Bogside, en Derry. El juicio, que finalizó el jueves, llevaba cinco semanas en curso.
Mickey McKinney afirmó haber asistido todos los días al juicio, excepto el 9 de octubre, cuando se reunió con el PSNI y sus hermanos para hablar sobre la amenaza en redes sociales.
Añadió que su hermano John lo había contactado para informarle de una amenaza contra ellos en redes sociales por parte de "alguien de Shankill Road".
"Nuestro abogado contactó a la policía y nos reunimos con ellos para presentar una denuncia", dijo.
"No pude dormir por la noche. Siempre lo tengo en la cabeza. No es una sensación agradable".
Añadió que algunos comentarios online también habían insinuado que Mickey y sus hermanos parecían miembros del IRA.
"Son comentarios hirientes y realmente un poco repugnantes".
Sin embargo, Mickey dijo que "no pueden dejar que les moleste", y que lo importante ahora es que "prevalezca la justicia" para su difunto hermano.
"Alguien es responsable. Alguien le quitó la vida a nuestro Willie. Nunca debió haber sucedido, y alguien debe rendir cuentas por ello, y esperamos que eso suceda la próxima semana".
El hermano de Mickey, John, describió la amenaza como "extraña" y dijo que lo había puesto en alerta máxima durante el juicio.
"Tuvimos que tener cuidado al entrar al juicio. Al usar el transporte público, estábamos muy atentos a la gente que nos rodeaba", dijo.
John añadió que quienes están detrás de la amenaza no tienen "empatía" ni "comprensión" de lo que él y su familia han pasado.
"No comprenden que somos personas que intentamos obtener justicia para inocentes".
El hermano de Mickey y John, Joe, dijo que cuando se enteró de la amenaza, su principal preocupación era su familia.
"No sabes quién te va a estar vigilando al entrar y salir del tribunal", dijo.
"Ha añadido una carga extra de preocupación a todos nosotros y a nuestras familias".
Joe añadió que no cree que la amenaza sea "representativa de la comunidad protestante".
Un portavoz del PSNI declaró: "No hablamos de la seguridad de las personas y no se debe sacar ninguna conclusión de esto. Sin embargo, si recibimos información de que la vida de una persona puede estar en riesgo, se la informaremos como corresponde. Nunca ignoramos nada que pueda poner en riesgo a una persona''.
El juicio ya ha finalizado y la familia McKinney ha afirmado que lo más importante es prepararse para el veredicto que emitirá el juez el próximo jueves.
En una publicación en redes sociales, Bloody Sunday Trust condenó la "amenaza despreciable" y "apoyó plenamente a la familia McKinney".
"Nadie debería ser amenazado por buscar justicia", añadió el comunicado.
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