La policía de Portadown utilizó cañones de agua para reprimir a los alborotadores que los atacaban. Los agentes fueron atacados con cócteles molotov, numerosos fuegos artificiales, mampostería, ladrillos y botellas.
Decenas de agentes antidisturbios participaron en el operativo en Portadown, formando filas en la ciudad el viernes por la noche.
La policía ha realizado hasta el momento 17 arrestos tras disturbios en varias partes del Norte, con 13 formalmente acusados. Cuatro de ellos han comparecido ante el tribunal y se encuentran en prisión preventiva.
El subjefe de policía Henderson declaró a principios de semana que la policía no tenía información sobre la coordinación de grupos paramilitares lealistas en los disturbios, pero que ahora estaba completamente seguro de que había visto a personas asociadas con esos grupos en las protestas, especialmente durante los disturbios y en sus inmediaciones.
El subjefe de policía afirmó que la policía había observado cierta coordinación en los disturbios del jueves. "Anoche en Portadown vimos a gente que dirigía a jóvenes y a otros de un lado a otro para intentar eludir las líneas policiales, encontrar puntos débiles y lanzar objetos", dijo.
"Así que, sin duda, vimos más coordinación en la actividad de anoche que en días anteriores. En cuanto a quién estaba a cargo de esa coordinación, aún no estoy en condiciones de decirlo".
Mientras tanto, en Bangor, en el condado de Down, se pintaron en una casa consignas que decían "24 horas" y que representaban una mira. Connie Egan, miembro de la asamblea del Partido Alliance, lo describió como "racista e intimidante".
La policía también fue atacada en la zona de Tullyally, Derry, el viernes por la noche y la madrugada del sábado 14 de junio. Un vehículo policial resultó dañado y una persona fue detenida. Se utilizaron objetos contundentes, molotovs y bombas de pintura y se prendió fuego a un vehículo.
Se lanzaron piedras contra las ventanas de un hotel en la zona de Newtownabbey y se incendió un coche en la zona de Hesketh Gardens, Belfast, lo cual se está tratando como un delito de odio por motivos raciales.
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