Seamos claros: Shea Reynolds no ha sido declarado culpable de ningún delito. Sin embargo, permanece encarcelado, separado de su familia, amigos y comunidad durante más de media década. Si esto no es internamiento, ¿qué es?
Peor aún es el silencio en ciertos supuestos círculos republicanos. Parece que, para algunos, es perfectamente aceptable que Shea siga pudriéndose en una celda de una prisión británica, sin el debido proceso, sin justicia.
¿Será que algunos ya no consideran políticamente oportuno hablar de estos casos? La falta de condena, la ausencia incluso de la más mínima denuncia de esta injusticia continua, no solo es vergonzosa, sino también repugnante.
Esto no es solo un ataque contra Shea Reynolds. Es un ataque contra todos los que se niegan a doblegarse ante la ocupación colonial de nuestro país. Forma parte de la estrategia continua del Estado británico para criminalizar, aislar y reprimir a quienes se atreven a resistir.
La IRPWA apoya firmemente a Shea Reynolds y a su familia. Exigimos su liberación inmediata y llamamos a todos los que afirman oponerse al dominio británico en Irlanda a que se pronuncien. El internamiento no terminó, simplemente se le cambió el nombre. Y el caso de Shea es prueba de esa persistente y vergonzosa realidad.
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