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Ahora con 85 años, el delantero goleador formó parte del famoso Glenavon FC que logró su primer título liguero para el conjunto de Lurgan en 1952. Jones fue el máximo goleador del club durante diez temporadas consecutivas, desde la 1952/53 a la 1961/62, y anotó 74 dianas en la campaña 1956/57, un registro liguero que todavía permanece. Sumó 517 tantos y ganó tres títulos ligueros y tres ediciones de la Copa de Irlanda durante su periplo en el Glenavon. Marcó 646 goles durante toda su carrera, otra marca que es probable que no se rompa.
En la inauguración de la Suite Jimmy Jones en el estadio Mourneview Park del Glenavon, el presidente del club Adrian Teer catalogó a Jones como "una leyenda genuina". "El registro goleador de Jimmy es fenomenal y su contribución al Glenavon Football Club fue inmensa. Cuando veías a Jimmy en el campo te preguntabas qué podía llegar a hacer. Marcaba con los dos pies y era un gran cabeceador. La gente habla con soltura sobre las leyendas del deporte, pero Jimmy Jones es una verdadera leyenda del fútbol de Irlanda del Norte".
Nunca fue famoso por su calidad o su habilidad, pero el corpulento delantero declaró una vez: "Estoy ahí para meter el balón en la red, para nada más". Tres veces convocado con Irlanda del Norte, el ariete pasó dos años en el Belfast Celtic FC tras ser reclamado por su entrenador, el antiguo portero del Liverpool FC y del Irlanda Elisha Scott. Marcó 63 goles en su primera campaña, antes de que su futuro peligrara en un derbi muy tenso ante el Linfield FC el 27 de diciembre de 1948.
Durante el empate a dos, en el que ambos equipos acabaron con diez hombres, el defensa del Linfield Bob Bryson se rompió una pierna en un choque accidental contra el delantero del Celtic. Tras el pitido final los encendidos aficionados del Linfield invadieron el campo y atacaron a Jones, que quedó inconsciente y que sufrió a su vez una fractura en una pierna que necesitaría cuatro operaciones. "Tenía un miedo de muerte. Intenté levantarme, pero mi pierna colgaba flácida", recuerda Jones.
Por desgracia, este incidente también provocó la decisión del Celtic de abandonar el fútbol una vez cumplieron con los compromisos adquiridos aquella temporada. Cuando Jones volvió a su mejor estado de forma firmó por el Fulham FC por 3.000 libras, pero la Liga de Fútbol Inglesa rechazó su registro y tuvo que jugar con el filial del equipo del oeste de Londres. "Estaba frustrado. Me encantaría haber descubierto lo que podría haber logrado en el fútbol inglés", comentó Jones.
En 1951 Jones regresó a Irlanda del Norte, donde firmó con su club natal, el Glenavon, y fue en Mourneview Park donde entabló una fructífera relación con Jackie Denver, un jugador que había perfeccionado su habilidad en el Belfast Celtic. El fallecido Malcolm Brodie, periodista decano del fútbol norirlandés, escribió: "Jones fue una máquina implacable de hacer goles y Denver no estaba no estaba muy lejos. Fueron como el güisqui y el agua, la leche y la miel. Fueron la mezcla perfecta".
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