Diez personas murieron en el oeste de Belfast, en los tres días posteriores a la introducción del internamiento en 1971, en lo
que las familias de las víctimas y el entorno republicano se refieren
como la Masacre de Ballymurphy.
El Taoiseach (primer ministro irlandés), Enda Kenny, se ha reunido con familias de civiles que fueron asesinados por los soldados británicos en Belfast. El tiroteo, en el que 10 personas perdieron la vida, tuvo lugar en Ballymurphy cuando el gobierno británico introdujo el internamiento - encarcelamiento sin juicio.
Las familias se reunieron con Enda Kenny como parte de su campaña en búsqueda de la justicia.
Hablando después, él dijo: "Hay una sensación de injusticia entre esta comunidad que necesita ser tratada." "Es tan crudo como puede serlo", añadió.
Kenny dijo que hay una serie de opciones para hacer frente a los problemas, incluyendo una "investigación del tipo Hillsborough", una investigación forense, un movimiento de todos los partidos en el Dáil (Parlamento irlandés) y la legislación derivada del Acuerdo de Stormont House.
John Teggart, cuyo padre Daniel murió en el tiroteo, dijo: "Es bueno que él (Kenny) haya mostrado el camino a seguir. Esta es la forma en que un gobierno debe tratar con el pasado.".
Paul Maskey (SF), quien también asistió a la reunión, dijo que había sido "muy útil".
El jueves, Kenny se reunió con las familias de 10 hombres protestantes asesinados por el IRA en Kingsmills, Condado de Armagh, en 1976.
Después de esa reunión, el Primer Ministro dijo que su gobierno hará todo lo posible para garantizar que la información que había sobre las atrocidades cometidas durante el conflicto vea la luz para que los responsables puedan ser llevados ante la justicia.
Kenny ha mantenido reuniones con estos grupos en Dublin, tanto con el de Ballymurphy como el de la campaña de Kingsmills, pero esta es la primera vez que se ha reunido con las familias en los Seis Condados.
En enero de 2014, apoyó a las familias de Ballymurphy que exigen una investigación independiente para los asesinatos del ejército británico, y le dijo a los familiares que plantearía el asunto al primer ministro británico, David Cameron.
Un sacerdote y una madre de ocho hijos estaban entre los civiles muertos por el Regimiento de Paracaidistas británico.
Una undécima persona murió de un ataque al corazón después de un enfrentamiento protagonizado con un soldado.
El jueves por la noche, a los familiares de Kingsmills les había dado el compromiso de que el gobierno irlandés cooperaría plenamente con las indagaciones forenses en torno al asesinato de sus seres queridos.
Las pesquisas se deben abrir a finales de este año y se han planteado preocupaciones acerca de los retrasos en la entrega de información al juez de instrucción.
Danny Kennedy (Unionista del Ulster ), partidario desde siempre de la campaña de Kingsmills, dio la bienvenida a las afirmaciones del Primer Ministro de los 26Condados y dijo que eran "progresos significativos".
El Taoiseach (primer ministro irlandés), Enda Kenny, se ha reunido con familias de civiles que fueron asesinados por los soldados británicos en Belfast. El tiroteo, en el que 10 personas perdieron la vida, tuvo lugar en Ballymurphy cuando el gobierno británico introdujo el internamiento - encarcelamiento sin juicio.
Las familias se reunieron con Enda Kenny como parte de su campaña en búsqueda de la justicia.
Hablando después, él dijo: "Hay una sensación de injusticia entre esta comunidad que necesita ser tratada." "Es tan crudo como puede serlo", añadió.
Kenny dijo que hay una serie de opciones para hacer frente a los problemas, incluyendo una "investigación del tipo Hillsborough", una investigación forense, un movimiento de todos los partidos en el Dáil (Parlamento irlandés) y la legislación derivada del Acuerdo de Stormont House.
John Teggart, cuyo padre Daniel murió en el tiroteo, dijo: "Es bueno que él (Kenny) haya mostrado el camino a seguir. Esta es la forma en que un gobierno debe tratar con el pasado.".
Paul Maskey (SF), quien también asistió a la reunión, dijo que había sido "muy útil".
El jueves, Kenny se reunió con las familias de 10 hombres protestantes asesinados por el IRA en Kingsmills, Condado de Armagh, en 1976.
Después de esa reunión, el Primer Ministro dijo que su gobierno hará todo lo posible para garantizar que la información que había sobre las atrocidades cometidas durante el conflicto vea la luz para que los responsables puedan ser llevados ante la justicia.
Kenny ha mantenido reuniones con estos grupos en Dublin, tanto con el de Ballymurphy como el de la campaña de Kingsmills, pero esta es la primera vez que se ha reunido con las familias en los Seis Condados.
En enero de 2014, apoyó a las familias de Ballymurphy que exigen una investigación independiente para los asesinatos del ejército británico, y le dijo a los familiares que plantearía el asunto al primer ministro británico, David Cameron.
Un sacerdote y una madre de ocho hijos estaban entre los civiles muertos por el Regimiento de Paracaidistas británico.
Una undécima persona murió de un ataque al corazón después de un enfrentamiento protagonizado con un soldado.
El jueves por la noche, a los familiares de Kingsmills les había dado el compromiso de que el gobierno irlandés cooperaría plenamente con las indagaciones forenses en torno al asesinato de sus seres queridos.
Las pesquisas se deben abrir a finales de este año y se han planteado preocupaciones acerca de los retrasos en la entrega de información al juez de instrucción.
Danny Kennedy (Unionista del Ulster ), partidario desde siempre de la campaña de Kingsmills, dio la bienvenida a las afirmaciones del Primer Ministro de los 26Condados y dijo que eran "progresos significativos".