Inspirados por la ola de revoluciones que azotaba Europa, William Smith O'Brien, Thomas Francis Meagher y John Mitchel creyeron que Irlanda podía seguir el ejemplo. Se separaron de la Asociación para la Derogación de Daniel O'Connell, más cautelosa, y formaron la Confederación Irlandesa, abogando por la resistencia armada y la independencia total.
La rebelión llegó a su punto álgido el 29 de julio de 1848 en Ballingarry, Condado de Tipperary, cuando O'Brien y un pequeño grupo de rebeldes se enfrentaron a la policía, que se había atrincherado en una granja con rehenes. Conocida burlonamente como la "Batalla del Huerto de repollos de la Viuda McCormack", el enfrentamiento terminó en fracaso. Los rebeldes se dispersaron, sus líderes fueron arrestados y muchos fueron exiliados a Tasmania.
Pero su espíritu no murió.
De ese levantamiento surgió uno de los símbolos más poderosos de Irlanda: la bandera tricolor, izada por primera vez por Meagher en 1848. Verde para los católicos y nacionalistas irlandeses, naranja para los protestantes y unionistas, y blanca para la paz entre ellos. Más tarde se convertiría en la bandera oficial de la República de Irlanda.
Aunque el levantamiento fue aplastado, los Jóvenes Irlandeses encendieron una chispa que contribuyó a impulsar movimientos posteriores, desde los fenianos hasta el Levantamiento de Pascua de 1916. Su visión de una república irlandesa libre del dominio británico perdura.
"No es el fracaso, sino la baja ambición, lo que constituye el crimen." -Thomas Davis, Jóvenes Irlandeses.
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