32CSM.- Durante las últimas semanas, las comunidades nacionalistas del norte se han enfrentado a un aluvión de odio sectario. Se han erigido arcos Orangistas en muchos lugares en los que nunca antes se habían hecho, enormes hogueras cerca de las casas con banderas, efigies y otros símbolos de la cultura nacional y religiosa irlandesa, banderas paramilitares lealistas erigidas en masa y grandes desfiles, muchos pasando por áreas nacionalistas, con la policía británica atrincherando a los residentes en sus propias calles, el ejemplo perfecto es Short Strand en el este de Belfast, donde había un muro de acero de 500 metros erigido alrededor de la zona.
Vale la pena señalar el lenguaje que actualmente utiliza el PSNI al distinguir entre ambas comunidades, siendo más favorable hacia la comunidad lealista. También su reciente manejo y el del sistema de justicia británico de un caso que involucra al líder de la UVF del norte de Belfast, Winkie Irvine.
Hace unas semanas, el PSNI lo filmó recibiendo una bolsa que contenía armas y municiones y luego lo arrestaron en posesión de esa bolsa. Lo que genera dudas es que fue puesto en libertad bajo fianza con pocas o ninguna condiciones y recibió una buena referencia de un parlamentario británico y ex presidente de la junta policial. Este es un marcado contraste con el tratamiento de los republicanos que son arrestados regularmente por los cargos más insignificantes y mantenidos en prisión preventiva durante largos períodos de tiempo, a veces años, y en la remota posibilidad de que obtengan la libertad bajo fianza, se les impone una larga lista de condiciones draconianas.
Dicho esto, la temporada de marchas Orangistas aún está en curso y los lealistas todavía tienen la intención de aumentar las tensiones. Discursos recientes pronunciados en mítines por portavoces de UVF y UDA, junto con políticos unionistas, muestran el camino en el que se encuentra el lealismo y cualquier persona con una pizca de sentido común puede ver las tensiones y la reacción que estos eventos están diseñados para provocar.
Sinn Féin y los otros partidos políticos británicos en Stormont nos harían creer que la política en la Irlanda ocupada es algo diferente hoy en día, pero las acciones recientes de los lealistas, el gobierno británico y las fuerzas de la corona británica nos dicen que la política aquí está retrocediendo. Con el sectarismo abundando y en un nivel no visto en muchos años, la farsa de la política de normalización de Gran Bretaña se vuelve más evidente a medida que la máscara se desliza más.
La opinión del Movimiento de Soberanía de los 32 Condados sigue siendo que la atemperación y el despliegue de esta cultura sectaria deben cesar y eso solo puede suceder con el fin de la partición y el dominio británico en Irlanda, restaurando así la soberanía del pueblo irlandés en los 32 condados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario