Este ejército es la misma fuerza que cometió las masacres de Ballymurphy y el Domingo Sangriento en Irlanda, donde dispararon y asesinaron a civiles desarmados en las calles irlandesas. La 'Guardia Irlandesa' es una fuerza reclutada en toda Irlanda para servir a las fuerzas del imperialismo británico en todo el mundo.
Se encuentran en la Irlanda ocupada de gira para celebrar su 125.º aniversario desde su fundación por la monarca británica Alexandrina Victoria, conocida en Gran Bretaña como la «Reina Victoria», la misma que reinó sobre la Irlanda ocupada durante la Gran Hambruna de 1846-1852, que diezmó a la población irlandesa y provocó millones de muertos y emigrantes.
Quienes desfilaron frente al Ayuntamiento de Belfast actúan como guardias de esa monarquía y han participado en guerras imperialistas británicas en todo el mundo, especialmente en sus esfuerzos imperialistas en Irak, Afganistán y, más recientemente, en Ucrania.
Ningún regimiento del Ejército Británico debería ser bienvenido ni celebrado en Irlanda, especialmente mientras las familias irlandesas siguen luchando por justicia para sus seres queridos, víctimas de asesinatos y colusiones sancionados por el Estado, a manos de esas mismas fuerzas, una justicia que les niegan quienes las comandan.
Las escenas de pompa y ceremonia en el Ayuntamiento de Belfast en los últimos días mostraron la verdadera naturaleza del papel imperial de Gran Bretaña en Irlanda, que antiguos republicanos convertidos en administradores del dominio británico en Irlanda normalizan con sus actos e inacciones.
Han pasado más de 25 años desde la firma del Acuerdo de Viernes Santo y las fuerzas británicas aún recorren nuestras calles, sin indicios de cuándo podrían marcharse.
El Viernes Santo no se trató de paz; fue un proceso de pacificación.
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