Estas amenazas de la Asociación de Defensa de Ulster (UDA) y la Fuerza Voluntaria de Ulster (UVF) se producen tras la votación del BCC la semana pasada a favor de la adopción de un nuevo borrador de política sobre el idioma irlandés, que conduciría a un uso más generalizado del idioma en toda la ciudad.
La política tendrá como objetivo promover el uso del irlandés en la vida pública y compromete al ayuntamiento a adoptar letreros bilingües en sus instalaciones, así como un nuevo logotipo bilingüe para vehículos y uniformes.
Una propuesta del Partido Unionista Democrático (DUP) para que no se realizaran cambios en los uniformes del personal, que fracasó durante una sesión del ayuntamiento el miércoles por la noche, fue derrotada por abrumadora mayoría.
Estas amenazas no son una aberración aislada, aunque algunos la presenten y la justifiquen como tal. No, estas últimas amenazas forman parte de una mentalidad alimentada, apoyada, financiada y excusada por las autoridades durante más de dos siglos.
Es una mentalidad basada en el «derecho divino» de un grupo de personas a ejercer su dominio, supremacía y ascendencia sobre otro.
El profundo odio que ha alimentado el unionismo durante más de dos siglos sobrevivirá a la indignación actual.
Escenas como esta resurgirán continuamente mientras las élites políticas irlandesas y británicas sigan sirviendo a los escuadrones de la muerte unionistas y su ideología sectaria, racista y de extrema derecha.
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