El 31 de julio de 1975, la banda fue detenida en un falso puesto de control militar. Una bomba destinada a tenderles una trampa explotó prematuramente, tras lo cual los pistoleros de la UVF abrieron fuego, matando a Fran O'Toole, Brian McCoy y Tony Geraghty. Stephen Travers y Des McAlea sobrevivieron a la emboscada, resultando heridos.
Alguien que ha sido mencionado repetidamente como parte del escuadrón de la muerte esa noche fue el agente encubierto del ejército británico, el capitán Robert Nairac. Uno de los sobrevivientes del ataque, Des McAlea, ha mencionado públicamente a Nairac en varias ocasiones.
Los otros involucrados formaban parte de la banda Glenanne, una unidad terrorista dirigida por los británicos, compuesta por miembros de la RUC, la UDR y la UVF. Se les ha vinculado a más de 120 asesinatos. En lugar de justicia, este fin de semana las familias y los supervivientes del atentado presenciarán un desfile de odio sectario en Portadown, en honor a Harris Boyle, un terrorista que murio por su propio explosivo.
Flautas y tambores glorificarán a este asesino. Mientras tanto, las víctimas del escuadrón de la muerte de la UVF son ignoradas, cincuenta años después de la noche en que la música murió.
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