La manifestación se organizó para denunciar el acoso, la intimidación y la represión política que sufren los activistas republicanos a manos del estado británico y sus agencias.
Los republicanos siguen siendo objeto de persecución mediante el uso de condiciones de fianza punitivas, cargos falsos y demoras deliberadas en los procesos legales, todo ello diseñado para criminalizar la disidencia política y silenciar a quienes se niegan a ser comprados o doblegados.
¡Esto no es justicia! Es una vigilancia política disfrazada de lenguaje legal.
Enviamos nuestra solidaridad a todos aquellos que actualmente enfrentan cargos y restricciones con motivos políticos. El ocupante puede intentar aislarnos y silenciarnos, pero no nos dejaremos intimidar.
Seguiremos alzando la voz, organizándonos y resistiendo.
Resistir no es un delito.



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