Lasair Dhearg.- Si bien el gobierno del Estado libre se felicitará por haber elegido finalmente reconocer a Palestina como Estado, es una decisión cobarde. Con décadas de retraso, da la apariencia de apoyo a Palestina sin sacrificar nada económicamente. La mayoría de los demás países del mundo tomaron esta decisión hace mucho tiempo, cuando no era políticamente conveniente hacerlo.
Sin embargo, es importante reiterar que Palestina no necesita el reconocimiento de ningún otro país para que ella y su pueblo existan, especialmente aquellos en Occidente que han facilitado su ocupación.
La posición de Lasair Dhearg sobre esta cuestión es inequívoca. No existe una solución de dos Estados para los problemas que enfrenta Palestina. Sólo existe una solución de un solo Estado. El de Palestina. Del río al mar. Cualquier otra posición sería abogar abiertamente por la ocupación por parte de colonos colonialistas.
La clase política de Dublín cuenta entre ellos con algunos de los más firmes partidarios de la OTAN y de la hegemonía estadounidense y, por extensión, de los ocupantes israelíes.
En los primeros días del bombardeo israelí de Palestina, no fueron las ruinas de Gaza las que Micheál Martin visitó con mensajes de simpatía. Fueron los asentamientos en la primera línea del cerco de Gaza por parte de Israel.
Los aviones de combate estadounidenses siguen utilizando el aeropuerto de Shannon para entregar municiones a las fuerzas sionistas y los sucesivos gobiernos han permitido que esta situación no haya sido cuestionada durante muchas décadas.
A pesar de la decisión de hoy y de los más de 40.000 palestinos asesinados, la administración de Dublín sigue resistiéndose a los llamamientos para que se impongan sanciones a los sionistas. Sin embargo, consideraron oportuno exportar más de 500 millones de euros en bienes a empresas israelíes el año pasado, ayudando a impulsar su economía, al mismo tiempo que sus diminutas fuerzas armadas gastan más de 1 millón de euros al año en bienes y servicios de Israel.
Como socialistas y antiimperialistas, tenemos que seguir oponiéndonos a la ocupación colonial, independientemente de en qué parte del mundo tenga lugar, incluso cuando nuestros gobiernos se beneficien de ella.
Cualquier cosa que no sea un cese completo del comercio con los sionistas -así como con cualquier empresa de todo el mundo que se beneficie activamente de la ocupación palestina- es inaceptable y debe verse como lo que es: colaboración deliberada en un proyecto genocida para borrar de la faz de la tierra todos los rastros de la sociedad, la historia y la cultura palestinas.
La presión pública ha llevado a esta decisión del gobierno de Dublín, y estamos viendo un apoyo público generalizado a Palestina entre nuestro pueblo, lo que está provocando el comienzo del cambio. Es necesario mantener la presión si se quiere tomar alguna medida significativa contra la ocupación sionista.
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Hace 3 horas
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