Dos minutos después, una segunda bomba estalló frente a la tienda de Guiney en Talbot Street, matando a otras 14 personas e hiriendo a muchas más.
Y luego, después de solo dos minutos más, una tercera bomba explotó cerca del Trinity College en South Leinster Street y mató a dos mujeres en la explosión.
Una hora y media después, una cuarta bomba explotó frente al pub Greacen en el centro de la ciudad de Monaghan y mató a cinco personas más.
Más de 250 personas resultaron heridas en las cuatro explosiones de ese día.
A pesar de la horrible naturaleza de los ataques, la investigación de la Garda fue profundamente defectuosa y rápidamente se derrumbó. Hasta el día de hoy, nadie ha sido acusado en relación con los atentados de Dublín y Monaghan.
A pesar de la falta de una investigación transfronteriza seria sobre los ataques, pronto quedó claro que el estado británico estaba fuertemente implicado en la masacre.
El escuadrón de la muerte unionista que llevó a cabo el ataque, conocido como la Glenanne Gang, estaba compuesto en gran parte por miembros en servicio y ex miembros de varias unidades militares británicas y de la RUC.
Responsable de aproximadamente 120 asesinatos en total, la banda fue controlada y dirigida efectivamente por elementos de la inteligencia militar británica y la rama especial de la RUC.
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