La Irish Republican Network for Unity (RNU) este Mayday (1ºMayo) envía saludos solidarios y fraternales a todos los trabajadores que luchan y los movimientos progresistas en todo el mundo.
May Day es un momento para celebrar y reflexionar sobre los esfuerzos realizados por los trabajadores y trabajadoras de las generaciones anteriores, que se enfrentaron a los peligros, las dificultades, la persecución y la muerte para perseguir y proteger para los demás no sólo las normas básicas de vida que muchos de nosotros damos por sentado, sino los objetivos políticos más amplios de liberación humana, solidaridad, libertad y socialismo.
Los objetivos y las demandas de los trabajadores combativos que estaban en contra de la tiranía atroz del capitalismo depredador ya sea en Chicago (1886) o más tarde en Dublín (1913) se retratan a menudo por la jerarquía sindical de hoy como meras preocupaciones de pan y agua, que deben considerarse como algo aparte del contexto político en el que se enmarcan. Una distorsión de los ideales de valientes combatientes que dejaron numerosas pruebas de que sus objetivos a largo plazo eran inexcusablemente políticos y no pretendian acabar con la obtención de una jornada laboral de ocho horas.
Este patrón de revisión ha sido y es un intento por parte de aquellos que por la capitulación y el compromiso, ahora tienen una participación en el Estado y sus instituciones y, como resultado desean separar el movimiento de los trabajadores de la política. En última instancia dicha revisión es un refugio y una traición que no sólo difumina el potencial del movimiento mundial de los trabajadores, sino que también prolonga la capacidad de la elite financiera y la clase patronal para pisotear incluso las demandas más elementales de los derechos de los trabajadores.
La RNU afirma abiertamente que el Movimiento de los Trabajadores puede y debe ser utilizado para movilizar a la gente a la acción política revolucionaria, ya que es sólo a través de la revolución (en el sentido tradicional del término) que los derechos fundamentales pueden ser asegurados para todos de manera permanente.
Cuando los trabajadores se reúnen esta semana en reuniones y marchas en todo el mundo, instamos a que echen una mirada cínica sobre las declaraciones, promesas y pronunciamientos que se ofrecen por aquellos en las plataformas que proponen menos que un cambio revolucionario universal a la sociedad. Desde Afganistán a Bangladesh y de Atenas a Rossport, los valores tradicionales del imperialismo y el capitalismo siguen violando, sancionando, saqueando y explotando todo el potencial que ofrece el mundo a la humanidad.
Al igual que el capitalismo internacional vuelve a una tradicional y explícita forma depredadora, así también el Movimiento de los trabajadores debe salir de su estado de inercia, y reafirmar tanto su potencial como el deber como la fuerza impulsora en la lucha por el cambio permanente.
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