Esta es una organización sin ánimo de lucro que ofrece desde hace más de 30 años atención en áreas de la salud sexual y reproductiva en 42 países.
La directora del centro Marie Stopes en Belfast será Dawn Purvis, exlíder del Partido Progresista Unionista (PUP), una formación vinculada durante el pasado conflicto en la región a grupos paramilitares protestantes que, no obstante, jugó un importante papel en la construcción del proceso de paz.
Según Purvis, la clínica será "un lugar seguro" donde hombres y mujeres podrán "recibir apoyo, ayuda y consejo sintiendo que son escuchados, en vez de juzgados".
"Una mujer puede decidir que no quiere optar por la terminación. Pero si quiere, la oferta de un aborto médico temprano elimina el estrés que causa tener que viajar fuera de Irlanda del Norte para acceder a esos servicios", declaró Purvis.
Además de terminaciones del embarazo, estas clínicas también ofrecen, entre otros servicios, análisis de VIH/SIDA y tratamientos para enfermedades de transmisión sexual y anticonceptivos.
Los médicos de este centro en Irlanda del Norte solo podrán practicar abortos en mujeres mayores de 16 años que no superen las nueve semanas de gestación, una medida encaminada a operar dentro de las restrictivas leyes que rigen este asunto en la provincia británica.
El Servicio Nacional de Salud norirlandés ofrece terminaciones del embarazo en situaciones muy específicas, lo que, en la práctica, significa que muy pocos casos cumplen los criterios para practicar un aborto.
En la clínica Marie Stopes de Belfast se determinará a través de una ecografía la existencia de un embarazo, su periodo de gestación y cualquier complicación que pueda existir antes de proceder con un aborto, que no se llevará a cabo a través de un procedimiento quirúrgico, sino con la ingesta de una píldora.
Este tratamiento costará 450 libras esterlinas, unos 560 euros, y también tendrán acceso a él las mujeres de la República de Irlanda, que, como en Irlanda del Norte, solo pueden abortar cuando su vida corre peligro.
El pasado año, 1.007 mujeres norirlandesas y 4.149 irlandesas se vieron obligadas a viajar a Inglaterra o Gales para poder terminar sus embarazos.
La Ley del Aborto en Inglaterra, Gales y Escocia data de 1967, mientras que en Irlanda del Norte este asunto aún se rige por la Ley de Ofensas contra la Persona de 1861 y por la Ley de Justicia Criminal de 1945.
La apertura de este centro el próximo jueves ha movilizado ya a las organizaciones antiabortistas de la provincia, como es el caso del grupo Precious Life, que se declaró hoy "totalmente indignado".
"Una organización que obtiene beneficios a través de la muerte de niños no nacidos no es bienvenida en Irlanda del Norte. Habrá una protesta clamorosa de la gente, del Gobierno y de las Iglesias", aseguró hoy una de sus responsables, Bernadette Smith.
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