Miles de lealistas acudieron el sábado pasado a Shankill Road en Belfast para el desfile en honor de un miembro fallecido de la UVF.
Casi 100 grupos con 2.500 simpatizantes salieron a las calles bajo una discreta presencia policial en la marcha polémica por Brian Robinson.
El único incidente fué los avisos a algún cámara de televisión para que dejara de grabar o perdería su cámara.
El desfile masivo siguió adelante pese a los ruegos de la familia de un hombre católico asesinado por el lealista Robinson.
Patrick McKenna, de 40 años, de Ardoyne, fue baleado 11 veces, mientras caminaba por la carretera de Crumlin cerca de su casa en 1989 en un ataque sectario realizado por Robinson.
Minutos después, una moto que llevaba al agresor, y un segundo hombre de la UVF Davy McCullough, fue embestido en la carretera por los miembros de la Compañía de Inteligencia 14 - una de las principales unidades del ejército de vigilancia encubierta.
Robinson fue muerto de cuatro disparos a quemarropa por una agente.
Margaret, madre de Robinson se desmayó y murió de un ataque al corazón cuando se enteró de la muerte de su hijo, y ambos fueron enterrados el mismo día.
Los lealistas denunciaron entonces los hechos,por innecesarios(los disparos a Robinson,no los que él hizo),y hoy en día murales en Shankill ahora proclaman: "Muerto a tiros por cobardes".
Gerard McKenna,sobrino de la víctima católica dijo: "Es totalmente hipócrita y de gusto enfermizo. No puedo entender por qué la Comisión deja que suceda ".
A pesar de sus súplicas, la marcha siguió adelante y fue casi dos veces mayor que su tamaño normal en otros años anteriores.
La marcha genera controversia cada año a causa de sus atavíos paramilitares - con incontables banderas UVF- y "demostraciones de fuerza" en los murales de Robinson.
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