Desde ElPeriodico informan de la siguiente manera;
Un autogol de Clark que trataba de cortar un centro de Ibrahimovic condenó a la República de Irlanda a conformarse con el empate cuando contrajo méritos para ganar. Sobre todo, en el primer tiempo, arrollando a Suecia, selección que no ofrece ni un atisbo de gracia para construir juego. Vivió de segundas jugadas, de centros al área donde pudiera imponer su envergadura. De Ibra, su capitán, que no correspondió a su papel de estrella.
Otros futbolistas, catalogados de modestos, brillaron mucho más. Todos vestidos de verde: el lateral zurdo Brady, poderoso en la incursión, que centró y chutó a Isaksson; el atrevido Hendrik, el interior del mismo costado, que remató al larguero o Hoolahan, que por su finura contrastaban con el rocoso estilo general. El dominio anduvo repartido, pero Irlanda pareció un muy buen equipo. Bastante mejor que Suecia.
Un autogol de Clark que trataba de cortar un centro de Ibrahimovic condenó a la República de Irlanda a conformarse con el empate cuando contrajo méritos para ganar. Sobre todo, en el primer tiempo, arrollando a Suecia, selección que no ofrece ni un atisbo de gracia para construir juego. Vivió de segundas jugadas, de centros al área donde pudiera imponer su envergadura. De Ibra, su capitán, que no correspondió a su papel de estrella.
Otros futbolistas, catalogados de modestos, brillaron mucho más. Todos vestidos de verde: el lateral zurdo Brady, poderoso en la incursión, que centró y chutó a Isaksson; el atrevido Hendrik, el interior del mismo costado, que remató al larguero o Hoolahan, que por su finura contrastaban con el rocoso estilo general. El dominio anduvo repartido, pero Irlanda pareció un muy buen equipo. Bastante mejor que Suecia.
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