Según una información aparecida en el periódico News letter docenas de bombas de gasolina y bombas de pintura fueron lanzadas por jóvenes republicanos en una estación de policía en el sur de Armagh, en el fin de semana.
Sin embargo, los detalles del ataque, con la participación de hasta 50 personas, sólo fueron comentados por la policía después de una solicitud de información de News letter.
Danny Kennedy del UUP criticó cómo la policía informó del ataque, diciendo que había "serias sospechas" acerca de por qué "una alteración del orden público importante" no fue publicada en cuestión de horas.
"¿Están tratando de salvar a los republicanos de la vergüenza aquí? Cualesquiera sean las razones, necesitamos claridad para garantizar la confianza pública en la policía", dijo Kennedy.
En un comunicado difundido anoche, la policía defendió su decisión de no informar de forma proactiva de los ataques a los medios de comunicación, diciendo que el PSNI tiene "la responsabilidad de divulgar la información cuando proceda".
La policía estimó que unas 20 bombas de gasolina y 30 de pintura fueron arrojadas, junto con un aluvión de objetos contundentes como ladrillos y piedras, en el edificio en Crossmaglen-en la imágen de arriba a la izquierda se pueden observar los efectos de un ataque anterior en dicha comisaria-, donde un número de oficiales estaban en la noche de Halloween.
Los daños fueron en las paredes exteriores y puertas de la estación, pero no se registraron heridos.
Kennedy dijo que hay "pocas dudas" de que la violencia de fin de semana había sido un intento de provocar un "disturbio a gran escala" por elementos republicanos.
"Esto fue hecho maliciosamente, con la intención de llevar a la policía a las calles, y, posiblemente, crear una situación de disturbios", dijo Kennedy.
"Los que están detrás de este ataque no tienen apoyo a nivel local, y sus acciones deben ser condenadas. Son un cínico intento de crear violencia y caos en las calles de Crossmaglen."
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