Mi experiencia irlandesa se inicia con lo que distintas personas me contaron y lo que comentaban sobre todo los medios de comunicación.
Hablando con algún amigo, se comentó la posibilidad de ir 4 días, la primera vez; en total he ido 3 veces, trataré de resumirlas.
La primera vez que fuí era un novato, evidentemente, en viajes del denominado turismo de conflicto, que no es sólo exclusivo de Irlanda del Norte, fuimos en avión a Dublín(preciosa ciudad por cierto), y de ahí en bús a Belfast.Lo que adiviné al llegar al céntrico hotel de Belfast es que había bastantes nativos que no querían que habláramos de política, el recepcionista del hotel nos preguntó de dónde eramos, y al decirle mi amigo que era vasco pidió ésto.
Esto ocurrió el primer día por la noche, nos tomamos una cerveza después de dejar el equipaje, y nos retiramos a descansar; lo cierto es que Belfast tiene bastante vidilla nocturna por el centro, y lamento que una noche no saliéramos de farra total.
Al día siguiente empezamos a buscar los sitios del "turismo" de conflicto; primero llegamos a Sandy Row, zona protestante, lo más cercano del centro, murales paramilitares enormes, jamás en la vida había visto nada igual, y empezaba a sentir algo de miedo por la gente,dense cuenta los lectores que Belfast tiene aproximadamente la extensión y población que Bilbao, y que hay una separación muy notoria entre las zonas católicas y las protestantes, y que, al no haber casi edificios de pisos sino casas unifamiliares, la mayoría de los vecinos se conocen, por lo que al ver a 2 turistas se acercan y te hablan, de ahí mi miedo.
Anduvimos bastante buscando las zonas católicas, cogimos taxis, y ya llegamos a Falls Road, el centro católico por excelencia, y nos metimos en la taberna The Rock, donde los lugareños cantaban canciones antibritánicas, nos encantó ese bar.Un hecho sin embargo nos tuvo como protagonistas.
Por la tarde fuimos al barrio de Ardoyne, católico, al noroeste de Belfast, zona rodeada a su vez de zonas protestantes, siendo Shankill una de ellas, la más violenta, para fotografiar murales, y un grupo de católicos con un coche nos pararon. Yo estaba un poco más apartado porque había ido a comprar un carrete de fotos, entonces no teníamos cámara digital, y a mi amigo empezaron a decirle ¡SHOT GUN!, sin poder entenderles; imagínense...al final no pasó nada, pero al vernos turistas llegan a ser lealistas y nos cogen y no vivimos para contarlo; lo que en realidad quería uno de los católicos era que le sacáramos una foto porque el día anterior un miembro de Ulster Freedom Fighters le disparó un balín de aire comprimido en la espalda, nos tomaron por reporteros extranjeros.
-En la imágen de abajo se ve al jóven con la camiseta del Celtic levantada,y dentro del círculo se ve el apósito y el impacto del proyectil.Al ser una foto digital tomada de una foto en papel y en blanco y negro,no se aprecia con claridad,pero el dato gráfico ahi queda-
Ya por la noche fuimos a otra taberna, no la mencionada, en las cercanías de Falls Road, totalmente enrrejada debido a ataques protestantes; allí lugareños nos invitaron a pintas; por lo general los católicos son más amables que los protestantes, aunque no hablamos con muchos probritánicos.Así se puede resumir nuestro primer viaje allí, nos quedamos allí un día más y nos volvimos en bus a Dublín, donde teníamos el avión de vuelta.
La segunda vez que fuimos allí, año 2005, fuimos con el mismo plan, pero 5 días; un día cogimos el tren y fuimos a Derry, ciudad muy católica, al oeste, casi en la frontera con la República; vimos el Bogside, el centro católico por excelencia, y la preciosa ciudad amurallada, allí había una exposición española.
Es una ciudad que por lo ocurrido en el domingo sangriento y por su proximidad con Eire es nacionalista, la gente muy amable, allí fuimos y volvimos el mismo día, y bien, y vimos Short Strand, zona católica al este de Belfast, donde asesinaron a Robert McCartney, hasta vimos una Madrid Street, lo cual nos hizo gracia.
En el tercer viaje, al año siguiente, sólo estuvimos un día en Belfast, vimos su castillo, al norte a las afueras de la ciudad.
Como reflexión personal, puedo decir que estos viajes han sido muy educativos, te aleccionan sobre cómo entender un conflicto permanente, y entender la vida como una cuestión de supervivencia, lo que comentan los católicos es algo como ésto, al hablar en definitiva de política; me gustaría volver, aunque no sé cuándo lo haré.
Qué bueno que pongan testimonios así, desde acá de Bs As seguimos siempre su blog, saludoss y sigan así.
ResponderEliminarUn saludo,y me alegra que os este gustando.
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