Este lugar sagrado, central para el Alzamiento de Pascua de 1916 y cuna de la Proclamación de la República Irlandesa, nunca debe ser reducido a un simple activo para el lucro privado.
La GPO es más que un edificio. Es el corazón palpitante de nuestra identidad nacional, un monumento a quienes dieron su vida por la libertad irlandesa y un símbolo de nuestra continua lucha por la soberanía.
Debe ser preservada con reverencia, no vendida al mejor postor.
Esta última acción forma parte de un patrón más amplio: el intento de borrar nuestra historia revolucionaria. Al igual que luchamos para salvar Moore Street del control de los promotores inmobiliarios, ahora unimos nuestras voces a quienes defienden la GPO.El IRSP se unirá a nuestros compañeros republicanos y a todos aquellos que aprecian nuestro pasado para oponer resistencia a estos planes y defender el legado de la GPO de la codicia y la profanación.


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