Tras dos días de violencia en Ballymena, 32 agentes resultaron heridos (17 en esta segunda jornada) y seis personas fueron arrestadas.
Los disturbios comenzaron el lunes tras una protesta por una agresión sexual de dos jovenes rumanos a una chica de la zona en la ciudad del condado de Antrim. La protesta derivó en un pogromo racista en la localidad.
El subjefe de policía, Henderson, afirmó que la violencia fue "un acto de violencia racista dirigido contra minorías étnicas y agentes de policía".La policía indicó que también se han producido incidentes esporádicos en Carrickfergus, el norte de Belfast y Newtownabbey, donde un hombre fue arrestado.
Un hombre de 29 años ha sido acusado de disturbios, alteración del orden público, intento de daños criminales y resistencia a la policía tras los hechos de violencia del lunes.
Los peores disturbios se produjeron en Ballymena, principalmente en la zona de Clonavon Terrace. Los agentes de policía fueron objeto de ataques constantes durante varias horas, con múltiples cócteles molotov, mampostería pesada, ladrillos y fuegos artificiales lanzados en su dirección.
Los agentes dispararon varios proyectiles AEP y también se desplegó un cañón de agua para intentar dispersar a la multitud.
Negocios y viviendas fueron atacados y dañados, y varios vehículos fueron incendiados en la zona.
Algunas casas de Ballymena comenzaron a exhibir pegatinas con las nacionalidades de los residentes. En algunas puertas se podían ver letreros que decían "Hogar británico" y "Aquí vive un filipino".


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