Miembros del Cumann de Belfast del Movimiento por la Soberanía de los 32 Condados han estado retirando carteles de reclutamiento para el servicio penitenciario de las paradas de autobús en toda la ciudad durante la semana pasada.
El 32CSM dijo que había actuado en contra de “una campaña de las fuerzas de seguridad británicas cuyo único objetivo en este país es mantener la ocupación británica y sus intereses aquí”.
Dijeron que las autoridades penitenciarias “no son un servicio penitenciario estándar” sino “el peldaño más bajo en la escalera de las fuerzas de seguridad” que están “dispuestas a aplicar brutalidad a aquellos que no pueden defenderse, los prisioneros”.
“Las estadísticas han demostrado que aquellos de origen católico/nacionalista tienen más probabilidades de ser encarcelados por un juez en los seis condados. Dentro de las cárceles, más del 70% de los cargos disciplinarios se presentan contra reclusos católicos/nacionalistas en comparación con los de origen protestante/unionista.
Los informes independientes también han descubierto que, una y otra vez, la discriminación institucional de naturaleza sectaria está muy extendida entre el personal penitenciario.
Esta organización es hermana del PSNI y, al igual que el PSNI, el servicio penitenciario, comparte gran parte de los recursos y el personal con el servicio de seguridad británico MI5. Este brazo oscuro del estado británico tiene control total sobre el ala Roe 3 y 4 en Maghaberry y Fern 4 en Hydebank, donde se encuentran recluidos los prisioneros republicanos y donde el estado británico continúa su política de criminalización thatcherista.
Contrariamente a las especulaciones, el departamento de “justicia” de la asamblea británica de Stormont no tiene jurisdicción sobre las alas republicanas en las cárceles; cualquiera que trabaje en ellos informa directamente al MI5 en los cuarteles de Palace.
En resumen, se trata de una organización totalmente desacreditada e inherentemente sectaria que opera bajo la sombra del MI5.
El 32CSM seguirá resistiéndose a las políticas británicas de normalización, ulsterización y criminalización respaldadas y aplicadas voluntariamente por la administración de Stormont”.
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