martes, 26 de enero de 2021

"Los ingleses siguen hoy sin comprender Irlanda" - Ian McGuire

Artículo de Lara Gómez Ruiz/La Vanguardia (sin editar); El escritor británico Ian McGuire regresa a las librerías con El abstemio (Seix Barral), una novela que tiene como telón de fondo el ahorcamiento en Manchester de tres líderes fenianos (una sociedad secreta revoluciona que luchaba por la independencia de Irlanda) en 1867, un acontecimiento olvidado en Inglaterra pero que todavía hoy está muy presente en Irlanda.

¿Conocía a los Manchester Three antes de documentarse para esta novela?

En realidad no. Cuando conocí este suceso fue cuando se despertó mi interés y empecé a investigar sobre ello. Llevo mucho tiempo viviendo en Manchester y creía conocer bien la historia de la ciudad. Sin embargo, jamás había oído hablar de este suceso.

¿Entonces no es un suceso que se trate en las escuelas?

En Inglaterra desde luego no. En Irlanda puede que sí. Los irlandeses sí suelen hablar de ello porque es una parte muy importante de su historia. En Irlanda los ahorcados se consideran mártires y en cambio en Inglaterra la perspectiva es muy distinta. En Manchester esto se gestionó olvidándolo y no prestándole atención.

¿Tenía claro que el libro trataría un hecho histórico?

La verdad es que no planee escribir una novela histórica. Pero cuando me topé con este suceso, además de encontrar curioso que no se supiera demasiado, empecé a interesarme cada vez más. Son hechos que me siguen sorprendiendo a día de hoy y que me han llevado a escribir esta novela sobre terrorismo y a preguntarme por qué una persona está dispuesta a matar por seguir una ideología política, por una causa que ellos consideran patriotismo.

¿Le ha resultado complicado ponerse en la mente de una persona que lucha por sus ideales de una forma tan extrema?

La verdad es que este fue uno de los grandes desafíos de esta novela, el intentar imaginar la psicología que hay detrás de un hombre así. Entender qué es lo que les lleva a hacer cosas atroces. Cuanto más lo pensaba y analizaba, más pensaba que a los hombres de este tipo les envuelve el deseo de pertenecer a algo más grande que ellos mismos. Y pensé que quizás se ven impulsados a ello porque vienen de una pérdida o de un dolor muy grande y empecé a explorar todas estas ideas.

Más allá de los hechos históricos que relata, ¿hay algún personaje real?

El protagonista, el jefe de policía James O’Connor, está basado en alguien real. Hubo muchos policías irlandeses que fueron desplazados a Inglaterra para ayudar con investigaciones relacionadas con los fenianos porque ellos tenían más conocimiento. Encontré cartas que muchos policías irlandeses se mandaban entre ellos y se quejaban de que la policía inglesa no les tomaba enserio. Realmente les despreciaban, según escribían. Y todo ello me llevó a pensar en cómo era ser uno de estos policías traídos de Irlanda en medio de todo este barullo en Manchester.

¿Cómo considera que está hoy la relación entre Inglaterra e Irlanda?

Si bien las cosas han cambiado desde los tiempos del IRA, mentiría si no dijera que las relaciones siguen siendo complicadas todavía. Han mejorado, es cierto, pero en algunos puntos sigue habiendo tensión. Desde la perspectiva inglesa, Irlanda todavía se ve como un problema que está ahí y que no se acaba de comprender. Los ingleses, por norma general, no prestan mucha atención a lo que sucede en Irlanda y no son conscientes de que el Brexit no hará otra cosa que agravar esta situación. Se empezó a preguntar por su opinión cuando ya se había tomado una decisión. Esto es muy típico de los políticos en Inglaterra.

Pese a conocer Manchester a la perfección, ¿le ha costado ambientarse en esta época más turbia y gris?

La verdad es que fue todo un reto. Vivo aquí, así que podía permitirme el lujo de pasear y documentarme pero lo cierto es que hay mucho del Manchester victoriano que ya ha desaparecido. Por lo tanto, el desafío fue buscar ese Manchester de la época que todavía hoy vive. Con todo, tuve que tirar mucho de imaginación.

¿Cuando uno es un escritor conocido, y más después de un gran éxito como La sangre Helada, siente presión al escribir?

Sí, después de La Sangre Helada, que fue un libro que me dio el éxito que no había tenido hasta entonces, sí que empecé a sentir cierta presión. Pero intento no tener en mente esto mientras escribo. Cuando trabajo aparto esto de la mente y me centro en la historia e intento que todo fluya. Es cuando está publicada que empiezan los nervios

¿Cuánto tiempo le llevó escribir este libro?

Unos tres años y medio. La verdad es que soy bastante lento. Escribo mucho pero descarto también mucho y vuelvo a reescribir. Es este proceso el que no me hace ir tan rápido como me gustaría.

¿Se planteas que la historia haga el salto al audiovisual? 

Te confieso que posiblemente se convierta en una serie de televisión. Pero yo no escribiría el guion para llevarlo a la tele. Es otro arte muy distinto al de escribir novelas, que ya me parece bastante complicado. Si finalmente acaba materializándose en la tele y alguien hace el guión eso sería maravilloso.

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